¡Un saludo, mundo Sanmigueleño!

El frío y la lluvia se nos acumula. Es como si el tiempo atmosférico nos quisiera recordar algo importante.

Si, el otoño lluvioso está llegando a su fin y el fresquito polar en nuestra  nariz no engaña; llega un nuevo tiempo. Llega la hora del invierno, con su enorme bufanda de colores, pantalones de pana gruesa y esa inconfundible cabeza de bola de nieve adornada con un trozo de zanahoria.

Se planta así cual muñeco de nieve en medio del patio y lo primero que nos dice es: – ¡Ey! ¿Sabéis quién viene ahora?

Lo sabíamos de sobra y así se lo hicimos saber. – ¡La Navidad! – gritó a coro toda la clase.

– ¡Con sabor a mazapán!- apuntilló al instante un maestro a la vez que alzaba su dedo índice al cielo y ponía gesto de importancia.

Ninguno sabíamos de qué hablaba así que disimulamos un poco y nos fuimos a sacar unas fotos con nuestras mejores mascarillas…

Por cierto,