Y junio llegó antes de conseguir decir «esternocleidomastoideo». Bueno, eso no es verdad porque los mayores lo dicen perfectamente; pero estoy seguro de que todos me habéis entendido. Es increíble lo rápido que pasa el tiempo.
Hace nada eran pequeños aprendices de infantil y hoy se despiden de nosotros unos chicos entrañables. Lucía, siempre con esa alegre chispa de vida y Samuel, con su carismática media sonrisa de complicidad. ¡No os olvidaremos!
Y para recordar lo efímero del tiempo y de cómo a veces puede desaparecer cuando trabajamos juntos en pos de cualquier buen objetivo; os dejamos una última actividad. Nuestro mandala fin de curso.
Disfrutadla y ¡Feliz verano!
Seguro nos veremos pronto. El tiempo pasa volando…
Deja una respuesta