«He tenido la gran oportunidad de poder participar en el programa ERASMUS + gracias a las directoras de estas cuatro escuelas que han presentado el proyecto para que acceder a estas formaciones se hiciese posible.
Esto me ha llevado a Budapest, a realizar la formación “El juego libre, la actividad autónoma (0-3)” organizada por la Fundación Lóczy por los Niños, impartida allí en la escuela, esa que en su día fue un orfanato.
Hace unos años que esta mirada hacia la infancia llego a mis oídos, he realizado varias formaciones que me han ido llegando dentro y que poco a poco van cambiando mi practica diaria, también tengo la suerte de compartirlo con un equipo que se encuentra al igual que yo en ese proceso de aprendizaje y cambio, la directora del centro ha sido nuestro gran apoyo, la precursora de todo esto y me siento afortunada.
Afortunada como me sentí nada más llegar a la calle Lóczy. Antes del viaje he pasado muchos nervios…estaba nerviosa a la par que ilusionada. Cuando vi el cartelito de madera y mire a través de la verja esa casa que encierra tanta historia dentro de sus paredes, esa casa que a la vez emana humildad, entonces los nervios se quedaron a un lado, me parecía mentira estar allí, estaba muy emocionada, sobre todo al entrar dentro, esto era algo que no esperaba y me sorprendió.
Poder entrar dentro y recibir la formación de la mano de las propias trabajadoras de la escuela (educadoras, psicóloga, pedagogas, pediatra, directora, todas ellas importantes), algunas lo fueron ya del orfanato y son participes de todo ese trabajo tan cuidado, documentado hasta el mínimo detalle, como también cuidan de la misma manera la atención que ofrecen a los niños y niñas durante los cuidados, es desde luego una gran oportunidad.
Hemos realizado la formación en el último piso, mientras la vida en la escuela transcurría en calma, ajena a nuestra presencia, nos han enseñado todos los espacios interiores y exteriores cuidando que no interfiriese la visita en su vida cotidiana y siempre desde el máximo respeto. La exposición de los contenidos del curso ha estado apoyada de la visualización de videos en los que hemos compartido impresiones como grupo (lo que es muy enriquecedor) y nos han ayudado a ver detalles que se escapan a nuestras observaciones, todo ayuda a que el aprendizaje llegue mejor.
Me ha encantado la experiencia, esta semana de formación me ha sabido a poco, me hace venir con las pilas cargadas y con ganas de seguir aprendiendo y cambiando…también con ganas de volver…la próxima vez sin nervios y con mucha ilusión.»
Bárbara Álvarez Celaya
«La primera vez que oí hablar del Instituto Loczy fue en un grupo de trabajo realizado en el año 2008 con el Centro del Profesorado y de Recursos de Gijón. Muchos años después, (años de seguir buscando, de leer artículos, de escuchar a gente formada allí, de realizar seminarios, de reticencias, de dudas, y de muchas preguntas…), se me ofrece la oportunidad, también de la mano del CPR de Gijón a través de su proyecto ERASMUS+, de visitar el Instituto y realizar una de sus formaciones: EL JUEGO LIBRE Y LA ACTIVIDAD AUTÓNOMA.
Entrar en la Escuela Infantil Emmi Pikler ha supuesto para mí una experiencia increíble, difícil de describir, dónde no sólo he refrescado y ampliado los conocimientos teóricos, sino que también me ha valido como un tiempo de reflexión y revisión de mi propia práctica, replanteando mis concepciones y evaluando mi propia experiencia.
Pero lo que más me ha impactado es la manera en la que nos ha acogido el equipo de profesionales del Instituto, haberlas visto a ellas, sus formas; su manera de transmitirnos sus investigaciones con sus moduladas y suaves voces, que te aportan calma a la vez que mantienen el interés; la minuciosa organización del curso, su manera de acogernos, de escucharnos sin juzgar, su humildad y tremenda generosidad, su confianza y la libertad que nos han dejado para mirar, tocar, sacar fotos…, todo ello en un clima de una enorme CALIDEZ. Esto es lo que más me ha ayudado a entender e interiorizar su ciencia, lo que me lleva a pensar, que quizá la mejor manera de transmitir lo que he aprendido allí es con mi práctica diaria, haciendo e intentando cumplir los principios en los que se basan.
Por último, quiero señalar todo lo que aprendí de mis compañeras de formación, de sus experiencias, de sus opiniones, sus preguntas, sus sentimientos y sus diferentes realidades. Hablar el mismo lenguaje y tener los mismos intereses y la misma mirada hacia la infancia hace todavía esta experiencia mucho más enriquecedora.»
Victoria Celis Sánchez
