“Esta ha sido mi segunda experiencia de formación en la casa Lóczy de Budapest, a través del proyecto Erasmus+ en el que participa la EEI La Serena y del que formo parte, donde asistí al curso sobre Cuidados Respetuosos en la primera infancia.
Al entrar de nuevo en la casa Lóczy volví a respirar ese ambiente de calma, tranquilidad, silencio y sosiego indescriptible que la caracteriza.
En esta formación nos han transmitido su manera de dirigirse a los niños en los momentos de cuidados, dándoles una atención individualizada de calidad, anticipándoles la situación en todo momento, buscando su mirada y atención por medio de unos movimientos respetuosos, claros, amables y tranquilos a través de la mano de la educadora siguiendo una coreografía, que todas ejecutan igual, con lo que ayudan al infante a anticipar lo que va a pasar, esperando siempre su respuesta antes de ejecutar una acción con su cuerpo. Todo ello favoreciendo siempre el movimiento libre del niño, siendo las educadoras las que se adaptan en todo momento sin perder de vista el objetivo de su tarea.
A través de vídeos y fotografías de la escuela, pudimos ver cómo se organizan y cómo adaptan su metodología de cuidados exclusivos cuando en algún momento de la jornada se encuentra sola una educadora, por ejemplo, cuando hay que interrumpir un momento de alimentación (desayuno) para recibir a una familia y su hijo. Esta realidad ha sido muy esclarecedora para mí, porque nuestra realidad en las aulas es muy diferente a la suya por la ratio personal / alumnado en el aula.
En los contenidos de la formación, también hemos tratado el tema de la alimentación infantil, qué y cómo ofrecerla de manera individual o en grupos reducidos, y los diferentes tipos de mobiliario que utilizan en función del desarrollo evolutivo del niño. Este es el contenido que más controversia me genera, porque considero que existe una gran desactualización alrededor de la introducción a la alimentación complementaria de los niños, no solo en la escuela Lóczy, sino también en la mayoría de las escuelas de mi entorno, teniendo en cuenta todos los estudios más recientes sobre nutrición infantil y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Finalmente, respecto a los contenidos, he de mencionar que, aun siendo una formación muy intensa, quizás porque el tema me parece muy extenso, eché en falta tratar las cuestiones del descanso o el control de esfínteres.
Por otra parte, tuvimos la gran suerte de asistir a la formación en la misma semana que la escuela celebraba el carnaval, y tras mostrar nuestro interés, nos explicaron como llevan a cabo una jornada diaria en celebraciones especiales, favoreciendo la flexibilidad de las rutinas incluso en el momento del tentempié.
Me gustaría terminar esta entrada comentando que hemos coincidido en esta formación con un grupo de personas de diferentes países involucradas en el respeto a la infancia, cuyas aportaciones y vivencias han enriquecido mucho mis conocimientos. Dicho enriquecimiento se ha visto incrementado al vivir esta experiencia con mis tres compañeras de escuelas infantiles del Ayuntamiento de Gijón, ya que nuestras realidades son similares, y hemos analizado, comentado y evaluado cómo llevar la mirada pikleriana a la realidad de nuestras aulas. En esa puesta en práctica sobre lo aprendido, no puedo dejar de mencionar a mi compañera de aula, ya que sin su ayuda, colaboración, delicadeza y buen hacer diario, sería imposible llevar a cabo un trato de respeto constante con la infancia.”
Eva
