Podemos llamar coreografía a todos los pasos que realiza el adulto en los momentos de cuidado con el infante. En una escuela hay varios adultos al cuidado de los niños y niñas y para que el bebé sea capaz de prepararse necesitan que todos le traten de la misma manera, por lo tanto debe de estar todo consensuado ya que es primordial que haya una única manera de actuar.
Que todo esté detallado es importante para los dos; para el adulto es más fácil tenerlo todo organizado y no tener que improvisar y el niño puede prever lo que vendrá luego y esto le proporciona seguridad y confianza ya que siente que con su actitud puede influir en este momento.
Dentro de esta coreografía están las pausas que dan paso a la cooperación y que permiten que el infante sea parte activa de este momento influyendo en él. También es muy importante que la mano no vaya con la palabra sino que espere, para que de tiempo al niño a reaccionar. Hay que evitar gestos repentinos e imprevisibles que la criatura no pueda esperar y que pueden dar lugar a temores e inseguridades.
La coreografía ayuda para ser respetuosos y tomar en consideración las necesidades individuales de los infantes. Esta coreografía se puede ir mejorando con la práctica, pero hay que tener empatía y sensibilidad y esto no se aprende. La técnica se puede aprender pero la empatía y sensibilidad no.
