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Poema de C. Amieva tornáu al asturianu por Lurdes Álvarez

SOLU

Dexó l’antoxana,
Los cuetos, los castros.
Échola de menos
yo aquí, atristayáu.

 

Alluendi, perlloñe,
troneyen campanos
de les xates suyes.
Ándenla buscando.

 

Atapez. La tardi
tá ya apigazando
…La neña, si güelve,
¿golverá pa cuándo?

 

Aprobez la vida;
caltiénse, esnalando.
Cuten siete llárimes
en el campanariu.

 

El corazón fríu
llate, picu abaxu.
Ximielga con murnia
la fueya’l carbayu.

 

Yo, solu. Yo solu.
Y el llar, apagáu.
La calamiyera
s’esmena, despaciu.

 

Pingo…pingo…pingo,
sonsaña l’orbayu.

Celso Amieva (seudónimu de José María Álvarez Posada) nació en Puente San Miguel (Cantabria) en  1911 y morrió en Moscú en 1988.

SOLO

Dejó el antuzano,

Los cerros, los castros.

La echo de menos

yo aquí, entristecido.

 

A lo lejos, muy lejos,

atruenan campanas

de terneras suyas.

La anden buscando.

 

Anochece. La tarde

ya está dormitando.

…La niña, si vuelve,

¿cuándo va a volver?

 

Se hace larga la vida;

se mantiene, revoloteando.

Golpean siete lágrimas

en el campanario.

 

El corazón frío

late, pico abajo.

Agita con tristeza

el roble la hoja.

 

Yo, solo. Yo solo.

Y el hogar, apagado.

La cadena del lar

se mueve, despacio.

 

Pingo…pingo…pingo,

imita la llovizna.

 

Autor:

Maestra de Llingua Asturiana Colexu Carmen Ruiz-Tilve - Uviéu

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