Premios

Premio Cervantes 2022 para el venezolano Rafael Cadenas

 

Ayer, el escritor venezolano Rafael Cadenas fue galardonado con el Premio Cervantes. Como no podía ser de otra manera, la biblioteca del IES Emilio Alarcos se hace eco de esta distinción compartiendo con todos vosotros algunos de sus poemas e impresiones. Nuestra más sincera enhorabuena.

Derrota
Yo que no he tenido nunca un oficio
que ante todo competidor me he sentido débil
que perdí los mejores títulos para la vida
que apenas llego a un sitio ya quiero irme (creyendo que mudar-
       me es una solución)
que he sido negado anticipadamente y escarnecido por los más
       aptos
que me arrimo a las paredes para no caer del todo
que soy objeto de risa para mí mismo
que creí que mi padre era eterno
que he sido humillado por profesores de literatura
que un día pregunté en qué podía ayudar y la respuesta fue una
       risotada
que no podré nunca formar un hogar, ni ser brillante, ni triunfar
       en la vida
que he sido abandonado por muchas personas porque casi no hablo
que tengo vergüenza por actos que no he cometido
que poco me ha faltado para echar a correr por la calle
que he perdido un centro que nunca tuve
que me he vuelto el hazmerreír de mucha gente por vivir en el limbo
que no encontré nunca quien me soporte
que fui preterido en aras de personas más miserables que yo
que seguiré toda la vida así y que el año entrante seré muchas
       veces más burlado en mi ridícula ambición
que estoy cansado de recibir consejos de otros más aletargados
       que yo («Ud. es muy quedado, avíspese, despierte»)
que nunca podré viajar a la India
que he recibido favores sin dar nada a cambio
que ando por la ciudad de un lado a otro como una pluma
que me dejo llevar por los otros
que no tengo personalidad ni quiero tenerla
que todo el día tapo mi rebelión
que no me he ido a las guerrillas
que no he hecho nada por mi pueblo
que no soy de las Faln y me desespero por todas estas cosas y por
       otras cuya enumeración sería interminable
que no puedo salir de mi prisión
que he sido dado de baja en todas partes por inútil
que en realidad no he podido casarme ni ir a París ni tener un día
       sereno
que me niego a reconocer los hechos
que siempre babeo sobre mi historia
que soy imbécil y más que imbécil de nacimiento
que perdí el hilo del discurso que se ejecutaba en mí y no he po-
       dido encontrarlo
que no lloro cuando siento deseos de hacerlo
que llego tarde a todo
que he sido arruinado por tantas marchas y contramarchas
que ansío la inmovilidad perfecta y la prisa impecable
que no soy lo que soy ni lo que no soy
que a pesar de todo tengo un orgullo satánico
aunque a ciertas horas haya sido humilde hasta igualarme a las
       piedras
que he vivido quince años en el mismo círculo
que me creí predestinado para algo fuera de lo común y nada he
       logrado
que nunca usaré corbata
que no encuentro mi cuerpo
que he percibido por relámpagos mi falsedad y no he podido de-
    rribarme, barrer todo y crear de mi indolencia, mi flotación,
       mi extravío, una frescura nueva, y obstinadamente me suici-
       do al alcance de la mano
me levantaré del suelo más ridículo todavía para seguir burlán-
       dome de los otros y de mí hasta el día del juicio final.

Este poema, titulado “Derrota” se ha convertido en uno de los hitos de la literatura latinoamericana. El poeta venezolano lo escribió con 32 años pero su estela ha perdurado hasta nuestros días.

Escucha a Rafael Cadenas