Curiosamente fue un 8 de marzo de hace 110 años cuando la mujer española pudo acceder a los estudios universitarios sin trabas ni limitaciones por razón de su sexo.

Hasta esa fecha, la Real Orden de 11 de junio de 1888 establecía que las mujeres españolas no podían matricularse como alumnas oficiales en la Universidad.  Si alguna solicitaba la matrícula, se debía pedir permiso a la Superioridad es decir, al Rector. En el caso de que este le concediera el permiso tras una larga espera, no eran admitidas como alumnas oficiales sino como alumnas “privadas”, lo que viene a ser hoy en día “libre” y esto les impedía asistir a clase, aunque sí podían acudir a los exámenes.

Tal situación implicaba dificultades añadidas a las que ya suponían los estudios universitarios, puesto que no podían seguir las explicaciones de las clases, no podían resolver dudas con los profesores, debían aprobar las asignaturas solo a través de una prueba,….en fin, una carrera llena de obstáculos en contraposición con sus compañeros varones que sí disfrutaban de esos derechos.

Con la norma aprobada en 1910 se puso fin a esa discriminación, al menos sobre el papel…..

En el siguiente enlace  la periodista Nieves Concostrina  explica de manera sencilla y muy clara como se produjo ese acontecimiento histórico

https://www.youtube.com/watch?v=YrDkgLauYz4