A veces, es mejor hacer las cosas que pedir. Y eso ocurrió la semana pasada… los peques de infantil estaban todos los recreos excavando tierra y haciendo comiditas… a lo que dijimos… «estos niños y niña, piden a gritos la restauración del arenero…»
Y dicho y hecho… unas palas y la fuerza y entusiasmo de los compis mayores del cole que nos limpiaron el arenero, despejaron las raíces y nos lo dejaron estupendo, etc… Ahora un plástico para que no vengan de visita los gatos, y manos en la masa. Como veis volvemos este último trimestre con energía y aunque no tengamos excursiones, fiestas, etc… en el colegio tenemos grandes vivencias.
Ahora hacen planes de excavación, trabajo en equipo, caza de bichos (con su posterior liberación)… en conclusión DIVERSIÓN.
Os adjunto un fragmento de una noticia sobre: DEJA QUE TU HIJO SE ENSUCIE (Que suscribo 100%)
«Los niños exploran, saltan, se revuelcan: descubren así el mundo y las manchas forman parte del proceso de aprendizaje. Ensuciarse es una experiencia sensorial de primer orden que los conecta con su naturaleza innata.
Vivir es aprender. Solo viviendo, tocando, saboreando, oliendo, sopesando, sintiendo… se entiende el mundo. Revolcarse, escalar, enredarse, saltar y sentir el agua, el barro y el viento forman parte de la experiencia vital que los niños esperan y necesitan.
Su cerebro y su corazón piden poder ensuciarse sin pensar en el que dirán los adultos, sin convencionalismo alguno, centrados en ellos mismos, con pasión y total libertad.
Jugar es esencial para su desarrollo. No dejemos que se distraiga con banalidades. El niño que juega no se preocupa de su ropa. Si lo hace, su juego, tan importante para su desarrollo físico y mental, se ve limitado y distorsionado, pierde calidad y no le aporta lo mismo.
El poder mancharse tranquilamente lo hace disfrutar más, experimentar sensaciones y materiales, aprender y concentrarse en lo que está haciendo. El niño centrado en la experiencia descubre el mundo, ejercita su mente y es más consciente de sí mismo, en el presente, sin distracciones vanas.
Por eso es beneficioso que dejemos y alentemos a los niños a que se manchen sin preocupaciones, poniéndoles ropa adecuada para que se dediquen a su principal actividad: jugar.»
(Fragmento de https://www.sabervivirtv.com/pediatria/deja-que-se-ensucie_2476)