Era un día cualquiera en clase cuando de repente, María José, la profe de música y secretaria del centro, entra a nuestro aula:
Necesito vuestra ayuda y se que vosotrxs vais a poder hacerlo
Por lo visto, la Consejería de Educación, le pedía un montón de datos del alumnado del cole: número de niños y niñas por clase, sus nombres y apellidos, ordenarlos alfabéticamente… ¡BUENO! un trabajazo que, obviamente, para una sola persona era mucho. Por lo tanto…
Claro que te ayudamos
La profe nos ayudó un poco y nos organizó por grupos y así nos dividimos el trabajo, cada equipo se encargó de 3 clases; fuimos uno por uno preguntando los nombres y apellidos, los ordenamos, los pasamos a limpio en la plantilla y calculamos los datos que nos pedían.
Al cabo de unos días, pudimos entregarle a Mª José todo el trabajo hecho.
La verdad, que no solo fue algo divertido sino que también vimos la utilidad de las cosas que aprendemos en clase.