Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. Este es uno de los microrrelatos más famosos de la literatura en lengua española, su autor es Augusto Monterroso y su título es El dinosaurio.

Un microrrelato es un relato o historia muy breve. Algunos autores lo limitan a unas 500 palabras, en el caso anterior vemos que se pueden emplear menos de diez. Por lo tanto, se trata de contar mucho en muy pocas palabras, de ahí que la síntesis sea fundamental.

Parece una tarea difícil, pero si reflexionamos y tenemos en cuenta las publicaciones que realizamos en redes sociales, por ejemplo, vemos que muchas de ellas nos limitan el uso de las palabras, por ejemplo Twitter nos permite utilizar 140-180 caracteres, observamos que no es tan difícil.

Anímate a escribir un microrrelato.

A continuación os damos algunos consejos que podemos tener en cuenta a la hora de escribirlo:

– Piensa bien la historia que quieres contar.

– Cómo la quieres contar.

– No le des un final cerrado, busca algo inesperado, o incluso puedes pensar en un final abierto e interpretable.

– Elige un buen título es fundamental.

– Intenta ser claro y conciso.

MICRORRELATOS 

Calidad y Cantidad de Alejandro Jodorowsky

No se enamoró de ella, sino de su sombra. La iba a visitar al alba, cuando su amada era más larga

Un sueño de Jorge Luis Borges

En un desierto lugar de Irán hay una no muy alta torre de piedra, sin puerta ni ventana. En la única habitación (cuyo piso es de tierra y que tiene la forma de círculo) hay una mesa de maderas y un banco. En esa celda circular, un hombre que se parece a mi escribe en caracteres que no comprendo un largo poema sobre un hombre que en otra celda circular escribe un poema sobre un hombre que en otra celda circular…El proceso no tiene fin y nadie podrá leer lo que los prisioneros escriben.

Amor 77 de Julio Cortázar

Y después de hacer todo lo que hacen se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son.

La carta de Luis Mateo Díez

Todas las mañanas llego a la oficina, me siento, enciendo la lámpara, abro el portafolios y, antes de comenzar la tarea diaria, escribo una línea en la larga carta donde, desde hace catorce años, explico minuciosamente las razones de mi suicidio.

Toque de queda de Omar Lara

—Quédate, le dije.

Y la toqué.

Fantasma de Patricia Esteban Erlés

El hombre que amé se ha convertido en fantasma. Me gusta ponerle mucho suavizante, plancharlo al vapor y usarlo como sábana bajera las noches que tengo una cita prometedora.

Carta del enamorado, de Juan José Millás

Hay novelas que aun sin ser largas no logran comenzar de verdad hasta la página 50 o la 60. A algunas vidas les sucede lo mismo. Por eso no me he matado antes, señor juez.

La manzana, de Ana María Shua

La flecha disparada por la ballesta precisa de Guillermo Tell parte en dos la manzana que está a punto de caer sobre la cabeza de Newton. Eva toma una mitad y le ofrece la otra a su consorte para regocijo de la serpiente. Es así como nunca llega a formularse la ley de gravedad.