¿Se les ocurre una idea mejor para estos días? 

Como cada año, se nos vienen encima unas fechas que parecen llenarse de regalos, regalos, regalos…

No será por pretextos para regalar (y recibir regalos): fiestas de empresa, comidas de cole, cenas de amigos, reencuentros familiares, amigos invisibles, enemigos visibles, Papá Noel, el árbol y, por supuesto, para terminar, los Reyes Magos.

Que sí, que podemos regalar bufandas, teléfonos, botas, escapadas rurales, relojes, joyas… pero siempre hay sitio para un libro.

A lo que íbamos, que se nos presentan unas cuantas oportunidades para regalar libros. ¿Qué mejor regalo? ¿Y qué me dicen del placer de lanzarse a la búsqueda de un libro para alguien especial? Y pensar: «¿Le gustará tanto como a mí? ¿Será mejor una novela negra? ¿Y por qué no este libro de cuentos que vaya pintaza que tiene? ¿Y si le llevo dos? ¡¡Vaya, vaya.. cómo empieza este otro!! ¿Y si resulta que es más de novela gráfica?».

Lo que os decimos, una verdadera gozada.

¿Por qué, entonces, vamos a privarnos a nosotros de ese placer y al otro del deleite de disfrutar de uno de nuestros objetos favoritos?

Si regalamos libros, regalamos entretenimiento, disfrute, viajes sin movernos del sofá, posibilidades de vivir otras vidas sin salir de la nuestra…

Y lo más importante: esa juventud e infancia que tenemos delante. Regálenles libros, por favor, que lo necesitan como el comer, que la cuota de pantallas ya la tienen cubierta de sobra, que algunos se están perdiendo una experiencia ma-ra-vi-llo-sa. Venga… que no puedan poner la excusa de «Es que no tengo libros que leer».

Resumiendo, todos a regalar libros. Y un par de ideas para terminar: ¿porqué no organizar un amigo invisible de esos, pero de libros? Mola, ¿eh? ¿Y si organizamos para el día de la reunión familiar un intercambio de libros? Nuestras chicas de la Biblioteca del Piles ya lo han hecho. De momento solamente es para profes, pero amenazan con extenderlo a los peques. Estén atentos a lo que pase.