Semana 11: «Prejuicios», Carla A. A.

– ¿No es así, señoría? Si no hay pruebas, no hay delito. ¿Cierto?

Las personas presentes empezaron a murmurar en mi contra. Fue entonces cuando la jueza dijo:

– ¡Silencio en la sala! ¡He tomado una decisión! ¡Te declaro inocente!

Salí escoltado de la sala hasta llegar a mi coche. Justo antes de irme, una pistola me apuntó y…

– ¡Corten! ¡Muy buena toma! ¡Gran actuación!

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