«¡Gran actuación!«, exclamé. Se acabó la obra. Se oyó un grito, pero no le dimos importancia. Cuando volvimos a ensayar, un señor extraño entró y empezó a matar a todos los presentes. Fin de la obra.
«¡Gran actuación!«, exclamé. Se acabó la obra. Se oyó un grito, pero no le dimos importancia. Cuando volvimos a ensayar, un señor extraño entró y empezó a matar a todos los presentes. Fin de la obra.