Unidad 2. LA FUNCIÓN DE NUTRICIÓN.

Capítulo 1. La alimentación y la nutrición.

Alimentación y nutrición no son lo mismo. La alimentación consiste en la obtención, preparación e ingestión del alimento, mientras que la nutrición es el conjunto de procesos fisiológicos que nos permiten obtener, materia y energía y eliminar los productos de desecho.

Alimentos y nutrientes.

Los alimentos son los productos sólidos o líquidos que ingerimos, de los cuales el cuerpo obtiene los nutrientes que necesita para vivir. La leche, la carne, el pescado, las frutas, las verduras, etc. Son alimentos.

Los nutrientes contenidos en los alimentos, son compuestos químicos que aportan a las células todo lo que necesitan para vivir. Los glúcidos, los lípidos, las proteínas, las vitaminas, las sales minerales y el agua son nutrientes.

Los nutrientes realizan tres tipos de funciones en las células: energética, plástica y reguladora. Existen distintos tipos de nutrientes, que presentan principalmente una de las tres funciones: los glúcidos energética, los lípidos energética, las proteínas plástica, las sales minerales plástica y reguladora, las vitaminas reguladora y el agua múltiples funciones.

Los alimentos, en base a su origen y a los nutrientes que los componen, pueden clasificarse según su función sea principalmente energética, plástica o reguladora, como se muestra a continuación en la «tabla de los siete grupos de alimentos»

GRUPO ALIMENTOS FUNCIÓN
I Leche y derivados Plástica
II Carnes, pescados y huevos Plástica
III Legumbres, tubérculos y frutos secos Plástica, energética y reguladora
IV Hortalizas y verduras Reguladora
V Frutas y derivados Reguladora y energética
VI Cereales, pastas y azúcares Reguladora y energética
VII Grasas, aceites y varios Reguladora y energética

La Pirámide de la Alimentación Saludable recoge los grupos de alimentos según su necesidad de consumo, para que la dieta sea saludable; en la base de la pirámide (abajo), se encuentran aquellos alimentos que necesitamos ingerir en mayor proporción (cereales, tubérculos y frutas) y en la cúspide de la pirámide (arriba), están aquellos alimentos que hemos de consumir en menor cantidad (grasas y dulces). A medida que ascendemos, la pirámide se estrecha, lo cual quiere decir que al ir ascendiendo en la pirámide, nos vamos encontrando con alimentos que hemos de consumir en menor proporción.

La higiene de los alimentos

La higiene de los alimentos no es sólo lavar los alimentos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), «es el conjunto de medidas para la producción, elaboración, almacenamiento y distribución de los alimentos con el fin de obtener un producto en buen estado, inofensivo y conveniente para su consumo».

Para mantener el alimento en buen estado e inofensivo para la persona consumidora, ha de evitarse su contaminación por microorganismos que alteren las características del alimento, e incluso que puedan ser patógenos para las personas que lo consumen, lo cual se logra aplicando unas medidas de higiene de los alimentos.

La higiene de los alimentos no se limita a lavar los alimentos antes de consumirlos, sino que también contempla medidas a nivel de producción, elaboración, transporte, almacenamiento, distribución, manipulación y consumo, como son las siguientes:

  • Producción (controles veterinarios en granjas).
  • Elaboración (técnicas de conservación de los alimentos).
  • Transporte (vehículos adecuados: isotermos para la leche, refrigeradores para las carnes, congeladores para los congelados).
  • Almacenamiento (no romper la cadena de frío de los alimentos congelados, almacenándolos en congeladores).
  • Distribución (en el lugar de venta: expositores refrigeradores para carnes y congeladores para alimentos congelados; alimentos con buena presencia, por ejemplo, las frutas y las verduras han de estar libres de tierra, los pescados, que han de estar conservados entre hielo, deben tener las agallas rojas y los ojos brillantes, los moluscos como los mejillones han de estar vivos, las carnes compactas y firmes).
  • Manipulación (limpieza de las instalaciones y del instrumental empleado para la manipulación, así como limpieza del personal manipulador que ha de lavarse las manos, no toser sobre el alimento, llevar ropa adecuada y el pelo recogido) y por último han de adoptarse unas medidas de higiene de los alimentos a nivel de consumo (lavar las manos y los útiles de cocina, así como las frutas, verduras y hortalizas, especialmente si se van a consumir crudas; consumir aguas potables; no consumir alimentos enlatados cuyo envase presente abombamientos o que desprenda gases al abrirlo; no consumir pescados crudos y consumir la leche pasteurizada; no consumir alimentos que hayan sobrepasado la fecha de caducidad).

Se trata en definitiva, de un conjunto de medidas que se realizan con el fin de obtener un producto alimentario en buen estado, inofensivo para nuestro organismo.

Técnicas de conservación de los alimentos

Las técnicas de conservación ayudan a mantener el alimento en condiciones óptimas para el consumo.

Es necesario que los alimentos que consumimos estén en correctas condiciones, lo cual se consigue mediante las técnicas de conservación de los alimentos,  empleadas para bloquear la acción de agentes (microorganismos, enzimas, etc.) que pueden alterar las características organolépticas (aspecto, olor, sabor) originales del alimento.

Los agentes que alteran de manera natural las características organolépticas del alimento, pueden ser ajenos al alimento, es decir, pueden proceder de su entorno como es el caso de mohos, bacterias, levaduras, o estar en el interior del alimento como es el caso de enzimas naturales.

Las técnicas de conservación de los alimentos pueden ser de distintos tipos, según se utilice: frío (refrigeración, congelación, ultracongelación), calor (pasteurización, esterilización, uperización), aditivos (naturales o artificiales), irradiación (radiación ionizante) o deshidratación (secado, concentración, liofilización).

Las etiquetas de los alimentos

Las etiquetas de los alimentos contienen información referente al alimento, como por ejemplo la fecha aconsejada de consumo «consumir preferentemente antes de…» o «consumir preferentemente antes de fin de…», que aparece en la etiqueta de los alimentos envasados, e indica que a partir de esa fecha, aún se puede consumir el alimento, pues no es peligroso para la salud, aunque no está garantizado que conserve sus características organolépticas; o la fecha límite de consumo «fecha de caducidad…», indica que a partir de esa fecha no ha de consumirse el alimento, pues puede ser perjudicial para la salud.

Las etiquetas de los productos alimentarios han de contener unos datos obligatorios, relativos a sus características y es aconsejable que contenga unos datos opcionales, referentes a las características nutritivas del alimento: cantidad de calorías que aporta, cuáles son los nutrientes que contiene o en qué cantidad aparecen los distintos nutrientes. La cantidad de vitaminas y minerales puede venir expresada en porcentaje e indicar la cantidad diaria recomendada (CDR) de un nutriente, siendo ésta, la cantidad mínima que de ese nutriente se debe aportar al organismo, para que la alimentación sea equilibrada y saludable.

Video sobre la Normativa europea de etiquetado (2 minutos)

Capítulo 2. La dieta equilibrada.

La dieta: qué es y cómo debe ser

Dieta es el conjunto de alimentos que consumimos habitualmente.

Para que sea saludable, la dieta ha de ser variada, moderada y equilibrada. «Es necesario llevar una dieta variada y equilibrada que, junto con el ejercicio físico, ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud como la obesidad».

La dieta equilibrada

«Cuando llevamos una dieta equilibrada, teniendo en cuenta los hábitos alimentarios saludables, la ingesta de nutrientes y energía está compensada con las necesidades del organismo».

Una dieta, para ser equilibrada, ha de incorporar la cantidad adecuada de todos los nutrientes necesarios para mantener un correcto estado de salud; de modo que, para elaborar una dieta equilibrada es necesario tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • 1. Ha de suministrar al organismo la cantidad adecuada de proteínas (que aporten los aminoácidos esenciales, que el organismo no es capaz de fabricar), de vitaminas, de minerales y de fibra (presente ésta en vegetales), incorporando al menos uno de los alimentos de cada uno de los siete grupos de la «tabla de los siete grupos de alimentos», lo cual garantiza que la alimentación sea variada, y en las proporciones diarias recomendadas en la Pirámide de la Alimentación Saludable.
  • 2. Ha de aportar una cantidad de energía equivalente al Gasto Total Diario.
  • 3. Han de realizarse entre cuatro y cinco tomas de alimento diarias y nunca menos de tres.
  • 4. Han de ingerirse los nutrientes en la proporción adecuada, el 55-60% azúcares, el 28-30% grasas y el 12-15% proteínas, tal como viene reflejado en el gráfico (diagrama de sectores) de abajo.

«La dieta ha de estar adaptada a las necesidades nutritivas de cada persona, que dependen de factores como la edad o la actividad que desarrolla».

Se considera nuestra dieta mediterránea, una de las más equilibradas y saludables; es una dieta variada, basada en el consumo de frutas y verduras, que utiliza el aceite de oliva (de origen vegetal, sin colesterol, más saludable que otras grasas de origen animal).

Beneficios de la Dieta mediterránea (Video de 4 minutos)

Capítulo 3. Los aparatos digestivo, respiratorio, circulatorio y excretor.

Aparatos que intervienen en la función vital de nutrición

Los aparatos digestivo, respiratorio, circulatorio y excretor, intervienen directamente en la función de nutrición. A modo de resumen, los aspectos principales de la anatomía y la fisiología de los aparatos digestivo, respiratorio, circulatorio y excretor son:

  1. APARATO DIGESTIVO: Formado por el tubo digestivo y las glándulas anexas. Se encarga de transformar los alimentos ingeridos en moléculas más pequeñas llamadas nutrientes, que puedan llegar a las células. En el aparato digestivo ocurren la ingestión de los alimentos, la deglución del bolo alimenticio, la digestión del bolo alimenticio en el estómago y del quimo en el duodeno y la absorción de los nutrientes contenidos en el quilo, en el yeyuno e íleon y del agua y sales minerales en el colon ascendente y transverso, así como la defecación o expulsión al exterior de las heces fecales a través del ano.
  2. APARATO RESPIRATORIO: Formado por las vías respiratorias y los pulmones. Se encarga de captar el oxígeno del exterior, para que llegue a las células y de eliminar el dióxido de carbono producido por las células. En el aparato respiratorio tiene lugar la respiración pulmonar, que consiste en la entrada de aire desde el exterior hacia los pulmones durante la inspiración, y la salida de aire desde los pulmones hacia el exterior durante la espiración. En los alveolos pulmonares de los pulmones del aparato respiratorio, tiene lugar la hematosis o intercambio de gases respiratorios (oxígeno y dióxido de carbono), entre el aire (contenido en el saco alveolar del alveolo) y la sangre (contenida en el capilar sanguíneo del alveolo), de modo que el oxígeno pasa desde el saco alveolar hacia la sangre (para ser distribuido a todas las células del organismo), y el dióxido de carbono pasa desde la sangre hacia el saco alveolar (para ser expulsado al exterior).
  3.  APARATO CIRCULATORIO: Formado por el corazón y los vasos sanguíneos. Se encarga de transportar:
    • Los nutrientes (desde el aparato digestivo) y el oxígeno (desde el aparato respiratorio) hasta las células.
    • Las sustancias de desecho desde las células hasta el aparato respiratorio (dióxido de carbono) y hasta el aparato excretor (sales minerales, agua y productos nitrogenados).
    • Las hormonas desde las glándulas donde se fabrican hasta los órganos efectores, donde ejercen su función.

La circulación sanguínea en el ser humano se dice que es cerrada, porque la sangre circula por el interior de vasos sanguíneos (arterias, venas y capilares) y corazón, es completa, porque nunca se mezclan la sangre arterial y la venosa, y es doble, porque tiene dos circuitos: el circuito de la circulación mayor (general o sistémico) y el circuito de la circulación menor (pulmonar).

  1. APARATO EXCRETOR: Formado por los riñones y las vías urinarias. Se encarga de eliminar del organismo las sustancias de desecho producidas como consecuencia de la actividad metabólica de las células. En el aparato excretor tiene lugar la formación de la orina, concretamente en unas estructuras localizadas en los riñones, llamadas nefronas, donde ocurre la filtración de la sangre cargada de sustancias de desecho, que pasan a las nefronas en forma de líquido filtrado, y posteriormente la reabsorción de algunas sustancias del líquido filtrado, que así se recuperan de nuevo hacia la sangre, quedando en la nefrona solamente la orina, que es la forma en que el aparato excretor elimina las sustancias de desecho al exterior del organismo.

El aparato digestivo

Recuerda que el aparato digestivo está formado por el tubo digestivo y las glándulas anexas. Se encarga de transformar los alimentos ingeridos en moléculas más pequeñas llamadas nutrientes, que puedan llegar a las células. Todo este proceso sucede a lo largo del tubo digestivo, gracias a la acción de líquidos ricos en enzimas que segregan las glándulas anejas. Esos líquidos se van mezclando con lo que en principio son los alimentos, y los van digiriendo. En la boca sucede una digestión mecánica (trituración del alimento) y algo química (gracias a la saliva). La mayor parte de la digestión química sucede en el estómago (gracias a los jugos gástricos) y en el primer tercio del intestino delgado (gracias a los jugos pancreáticos, jugos intestinales y bilis). Una vez completa la digestión los nutrientes pasan al aparato circulatorio desde el digestivo, proceso denominado absorción de nutrientes. Sucede un poco en las paredes del estómago (agua y nutrientes simples) pero sobre todo sucede en el intestino delgado, que presenta unas repliegues especiales de su pared interna a nivel macro y microscópico para aumentar la superficie de contacto con los nutrientes y mejorar la eficacia y velocidad de absorción. En el intestino grueso se forman las heces, se reabsorbe agua y está presente la flora intestinal, de gran importancia. La caries, la úlcera gástrica, la hepatitis, la pancreatitis o el cáncer de colon son alteraciones que afectan al aparato digestivo. Sobre las principales alteraciones y enfermedades asociadas al aparato digestivo trataremos en el capítulo 4 de esta unidad. Ingerir suficiente cantidad de frutas y verduras, que aportan fibra al aparato digestivo, es un hábito saludable que ayuda a prevenir el estreñimiento. Sobre los hábitos de vida saludables en relación con el aparato digestivo trataremos en el capítulo 5 de esta unidad.

El aparato respiratorio

Está formado por las vías respiratorias y los pulmones.

Las vías aéreas comprenden las fosas nasales, boca, faringe, laringe, tráquea, dos bronquios y bronquiolos. Dirigen el aire desde el exterior al interior de los pulmones. En realidad es un único tubo ciego (cerrado por un extremo) que se va ramificando muchísimo, llegando a que sus terminaciones, que son millones en cada pulmón, sean microscópicas.

Hay dos pulmones, son como sacos esponjosos en los que terminan las vías aéreas. Precisamente esos extremos mircoscópicos de las vías aéreas son los alveólos pulmonares, allí sucede el intercambio de gases entre el aparato respiratorio y el circulatorio. Recuerda que el aparato respiratorio se encarga de captar el oxígeno del exterior, para que llegue a las células y de eliminar el dióxido de carbono producido por las células. La sinusitis, la faringitis, la bronquitis, el asma o la neumonía son alteraciones que afectan al aparato respiratorio. Sobre las principales alteraciones y enfermedades asociadas al aparato respiratorio trataremos en el capítulo 4 de esta unidad. Llevar una dieta que aporte las cantidades adecuadas de vitamina C, es un hábito saludable que ayuda a que la persona enferma se recupere más rápidamente. Sobre los hábitos de vida saludables en relación con aparato respiratorio trataremos en el capítulo 5 de esta unidad.

El aparato circulatorio

En nuestro cuerpo, la circulación se realiza a través de dos aparatos: el «aparato circulatorio sanguíneo», que realiza la circulación sanguínea (bombeo y conducción de sangre), y el «aparato circulatorio linfático», que realiza la circulación linfática (conducción de linfa). El aparato circulatorio sanguíneo es el que comúnmente se conoce como aparato circulatorio. Recuerda que el aparato circulatorio está formado por el corazón y los vasos sanguíneos. El sistema circulatorio humano es doble y completo. Doble quiere decir que hay dos circuitos, el menor y el mayor. El menos envía sangre desde el corazón a los pulmones, donde se oxigena y vuelve de nuevo al corazón. Entonces sale por el circuito mayor al resto de órganos del cuerpo para repartir ese oxígeno que ha recogido en los pulmones, y regresa de vuelta al corazón cargada esta vez de dióxido de carbono. Completo quiero decir que la sangre arterial y la venosa nuca se mezclan.

La anatomía del corazón refleja el carácter doble del circulatorio. Presenta un tabique central que lo divide en una mitad izquierda y una derecha. La mitad derecha se encarga del circuito menor y la izquierda del mayor. Cada mitad a su vez tiene dos cámaras, las superiores son las aurículas, y reciben la sangre por medio de venas, las inferiores se llaman ventrículos e impulsan la sangre hacia fuera por medio de arterias.

Los vasos sanguíneos que salen del corazón se llaman venas. Sus paredes son gruesas para poder soportar la presión de la sangre, que se conoce como tensión arterial. Se van ramificando y llevan la sangre desde el corazón a los órganos. Cuando se hacen muy finas se llaman arteriolas, y llega un momento en el que son microscópicas y se llaman capilares. Sus paredes son muy finas y permiten el intercambio de fluidos entre la sangre y los tejidos circundantes. Algunas células del sistema inmunitario pueden también atravesar las paredes de los capilares. Una vez hecho el reparto estos capilares se vuelven a fusionar constituyendo vénulas y luego venas que retornan la sangre al corazón, ya sin presión ni impulso directo del corazón, por ello sus paredes son más finas. Para evitar que la sangre vuelva hacia abajo las venas presentan válvulas en sus paredes, el impulso de retorno de la sangre se logra principalmente por succión desde el corazón y por el masaje que los músculos que rodean a las venas realizan sobre ellas. La sangre es una parte muy importante del aparato circulatorio. Es un tejido líquido formado por una fracción sólida (células y plaquetas) y otra líquida (plasma sanguíneo). El porcentaje de una u otra con respecto al total se llama hematocrito. Entre las células sanguíneas las más abundantes son los glóbulos rojos o eritrocitos, más del 98% de las células son de este tipo, su función es transportar el oxígeno en la sangre, gracias a una proteína llamada hemoglobina. Otras células son los glóbulos blancos o leucocitos, de diversos tipos, con función inmunológica. Las plaquetas tienen función coagulante, para evitar pérdidas de sangre. El plasma sanguíneo es un líquido formado principalmente por agua y muchas sustancias en disolución entre las que destacan los nutrientes, gases como el dióxido de carbono, proteínas y factores de coagulación, hormonas etc. El infarto de miocardio, las arritmias cardiacas o la hipertensión arterial son alteraciones que afectan al aparato circulatorio. Sobre las principales alteraciones y enfermedades asociadas al aparato circulatorio trataremos en el capítulo 4 de esta unidad. Llevar una dieta equilibrada, sin exceso de grasas de origen animal, es un hábito saludable que ayuda a prevenir la formación de placas de ateroma en las arterias, y por tanto previene el desarrollo de accidentes cardiovasculares. Sobre los hábitos de vida saludables en relación con aparato circulatorio trataremos en el capítulo 5 de esta unidad.

El aparato excretor

La excreción es la eliminación de sustancias de desecho procedentes del metabolismo celular. Aunque en la excreción intervienen la piel (glándulas sudoríparas, sudor), el aparato digestivo (hígado, bilis), el aparato respiratorio (dióxido de carbono), el aparato circulatorio (transporte de los productos de desecho) y el aparato urinario (orina), es a éste último al que comúnmente se llama aparato excretor.

Recuerda que el aparato excretor está formado por los riñones y las vías urinarias. Recuerda que el aparato excretor se encarga de eliminar del organismo las sustancias de desecho producidas como consecuencia de la actividad metabólica de las células.

Excreción, defecación y secreción no son lo mismo. En este dibujo se observa un riñón en corte transversal. A la derecha se observa una estructura microscópica que se presenta cerca de un millón de veces en cada uno de los riñones, se llama nefrona y es la encargada de filtrar la sangre. Fíjate que en ella se encuentran en estrecho contacto vasos sanguíneos muy pequeños, capilares, de color azul y rojo, y otros conductos, que forman parte propiamente del aparato urinario, hacia los que por diversos procedimiento se filtran las sustancias nocivas que se van acumulando en la sangre, y así, en esos tubos se va formando la orina. Las sustancias nocivas que se filtran son productos del metabolismo celular, especialmente derivados del metabolismo de las proteínas y ricos en nitrógeno, medicamentos y otras sustancias tóxicas que se hayan consumido como drogas o contaminantes ambientales. Todos esos tubos en los que se va filtrando la sangre salen de cada uno de los millones de nefronas y van vertiendo poco a poco esa orina en la parte interna del riñón, en el cáliz renal, que desemboca en un tubo que sale de cada uno de los riñones que se llaman uréteres. Estos desembocan en la vejiga urinaria, una bola elástica cuya misión es almacenar la orina. Esta es expulsada al exterior de manera voluntaria a través de la uretra, que en los hombres atraviesa el pene. El cólico nefrítico, la cistitis o la uretritis son alteraciones que afectan al aparato excretor. Sobre las principales alteraciones y enfermedades asociadas al aparato excretor trataremos en el capítulo 4 de esta unidad. Ingerir abundante agua (se recomienda al menos un litro diario), es un hábito saludable que ayuda a prevenir la formación de cálculos renales que pueden provocar un cólico nefrítico. Sobre los hábitos de vida saludables en relación con aparato excretor trataremos en el capítulo 5 de esta unidad.

Capítulo 4. Enfermedades relacionadas con la nutrición.

Las alteraciones asociadas a los aparatos digestivo, respiratorio, circulatorio y excretor, pueden afectar en mayor o menor medida a la función de nutrición en la que participan dichos aparatos.

  • La caries, la úlcera gástrica, la hepatitis, la pancreatitis o el cáncer de colon son alteraciones que afectan al aparato digestivo.
  • La sinusitis, la faringitis, la bronquitis, el asma o la neumonía son alteraciones que afectan al aparato respiratorio.
  • El infarto de miocardio, las arritmias cardiacas o la hipertensión arterial son alteraciones que afectan al aparato circulatorio.
  • El cólico nefrítico, la cistitis o la uretritis son alteraciones que afectan al aparato excretor urinario.

Trastornos de la conducta alimentaria (I)

Algunos trastornos de la conducta alimentaria son la anorexia, la bulimia y la vigorexia, que están relacionadas con problemas mentales.

La anorexia, la bulimia y la vigorexia son trastornos de la conducta alimentaria que están relacionados con problemas mentales, de personas que se sienten presionadas por determinados estereotipos sociales (estar delgadas, musculadas, etc.), de modo que las personas afectadas tienen una percepción distorsionada de su imagen corporal, al creerse más gruesas de lo que realmente están (caso de las personas anoréxicas y bulímicas) o menos musculadas de lo que están (caso de las personas vigoréxicas), lo que les lleva a no comer o a comer compulsivamente seguido de la provocación del vómito, y en todo caso a llevar una alimentación no saludable. La anorexia, la bulimia y la vigorexia se tratarán en la unidad didáctica 4 (en el apartado 3 relativo a la salud mental y la importancia de llevar una vida saludable, independiente de modas sociales).

«Es importante aceptarnos como somos, valorándonos positivamente, y en su caso intentar mejorar; en lo que respecta a la imagen personal, hemos de mantener una actitud crítica frente a los estereotipos sociales y, si decides mejorar tu imagen personal, es conveniente que sea respetando los hábitos de vida saludables, para no poner en riesgo la salud, pues si pierdes la salud, no estás mejorando».

«Algunos trastornos de la conducta alimentaria se originan «por defecto en la alimentación», como puede ser el caso de la anorexia y otros se originan «por exceso en la alimentación», como puede ser el caso de la obesidad».

Trastornos de la conducta alimentaria (II)

Algunas enfermedades pueden ser consecuencia de trastornos de la conducta alimentaria.

La obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y las enfermedades carenciales (como la avitaminosis, la anemia ferropénica o el bocio), así como la hipervitaminosis, pueden ser consecuencia de un trastorno de la conducta alimentaria.

La obesidad se caracteriza por la acumulación excesiva de tejido adiposo (grasa) en el cuerpo, que compromete la salud de la persona, e incluso puede ser causa de muerte. La obesidad puede estar provocada por diversos factores como los factores genéticos, los ambientales o los psicológicos y el estilo de vida, en el que se incluyen los desórdenes alimentarios, de modo que una dieta no equilibrada, que aporte mayor cantidad de energía que el gasto total diario (en la que se ingresan más calorías en el cuerpo de las que se consumen), hace que sobren calorías, que el cuerpo almacena en forma de grasa, con lo que el cuerpo aumenta su volumen (engorda); cuando el Índice de Masa Corporal es igual o superior a 30, se ha llegado a la obesidad. La diabetes es una enfermedad endocrina, pues en ella está implicada la insulina (hormona producida por el páncreas, que retira la glucosa de la sangre para llevarla a las células; de no ser así, aumenta la cantidad de glucosa en sangre). La diabetes se caracteriza por la incapacidad del organismo de mantener los correctos niveles de glucosa (azúcar) en sangre, bien porque el páncreas no produce suficiente insulina (diabetes tipo 1) o porque la acción de la insulina está reducida (diabetes tipo 2). Se tratará la diabetes en la unidad didáctica 4 (en el apartado 2, que hace referencia a los sistemas nervioso y endocrino).

Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son alteraciones que afectan al corazón y a los vasos sanguíneos, como son las cardiopatías (por ejemplo el infarto de miocardio) y los accidentes cardiovasculares (por ejemplo la trombosis o las enfermedades cerebrovasculares).

«Las ECV, concretamente el infarto de miocardio, son la principal causa de muerte mundial». Existen factores de riesgo que predisponen a padecer ECV, algunos de ellos son modificables como son la dieta no saludable, el consumo de tabaco y la inactividad física o el sedentarismo, por ejemplo, que pueden provocar un aumento de la presión arterial, aumento de azúcares y grasas en sangre y obesidad. El estrés también es un factor de riesgo que predispone a padecer ECV. Evitar el estrés, llevar una dieta saludable, evitar en la medida de lo posible el sedentarismo y practicar ejercicio físico son hábitos de vida saludables que ayudan a prevenir las ECV. Otros factores de riesgo, como las características genéticas de las personas con predisposición familiar a desarrollar ECV, aún no son tan modificables a día de hoy, aunque «hemos de confiar en los avances de las Ciencias Biomédicas en el campo de la Genética (terapia génica, farmacogenética, etc.), que han de ofrecer soluciones a los pacientes con enfermedades de base genética como pueden ser algunas ECV».

Las enfermedades carenciales se producen por la ausencia de nutrientes esenciales en la dieta (que nuestro organismo no es capaz de fabricar como son la mayor parte de las vitaminas, los minerales o los aminoácidos esenciales), o por la falta de absorción del nutriente, o por la incapacidad del organismo de producir alguna sustancia esencial como puede ser una hormona. La carencia de vitaminas en la dieta puede conducir a la hipovitaminosis o avitaminosis (falta de las vitaminas que requiere el organismo), provocando enfermedades como el raquitismo en niños y la osteomalacia en adultos por déficit de vitamina D, la anemia perniciosa por déficit de vitaminas B9 y B 12, o el escorbuto por déficit de vitamina C. La carencia de minerales en la dieta puede provocar enfermedades como la anemia ferropénica (por falta de hierro en la dieta, o su mala absorción intestinal), la osteoporosis (por falta de calcio en la dieta, o por mala absorción de éste en el intestino), el bocio (por falta de yodo en la dieta). La carencia de aminoácidos esenciales en la dieta, puede conducir a alteraciones en la salud, como es el caso de la carencia del aminoácido esencial llamado triptófano, se provoca esterilidad y anemia. Los aminoácidos esenciales son aquellos que nuestro organismo no es capaz de fabricar, con lo que necesitamos incorporarlos a través de la dieta.

Las enfermedades carenciales remiten (curan), cuando se aporta al organismo el nutriente que le falta, reponiéndolo con suplementos que contengan la vitamina, el mineral o el aminoácido cuya falta provocó la enfermedad carencial.

La hipervitaminosis es la excesiva acumulación de vitaminas liposolubles A, D, E o K, en el tejido graso del organismo, pudiendo causar toxicidad. Es difícil que se produzca hipervitaminosis con el aporte de alimentos, pero sí con el aporte incontrolado de suplementos vitamínicos en la dieta. En la mayoría de los casos las hipervitaminosis curan abandonando el consumo de la vitamina causante de la enfermedad.

Capítulo 5. Hábitos de vida saludables.

Hábitos de vida saludables y prevención de enfermedades

Existen unos hábitos de vida saludables individuales y colectivos, relacionados con la alimentación que ayudan a prevenir enfermedades.

Los hábitos de vida saludables en relación con la alimentación y la nutrición previenen la aparición y el desarrollo de enfermedades, ayudándonos a mantener y mejorar nuestro estado de salud. Es importante llevar una dieta equilibrada, adaptada en todo caso a las necesidades de cada persona.

Practicar unos hábitos de vida saludables relacionados con la alimentación, ayuda a prevenir enfermedades asociadas a los aparatos digestivo, respiratorio, circulatorio y excretor, implicados en la función de nutrición. Por ejemplo, ingerir suficiente cantidad de frutas y verduras (incluirlas en cada una de las ingestas diarias, de tres a cinco veces al día), ya que aportan fibra al aparato digestivo, ayudando a prevenir el estreñimiento. Una dieta que aporte las cantidades adecuadas de vitamina C, parece ser que no previene el contagio de gripes, catarros y resfriados, pero sí ayuda a que la persona enferma se recupere más rápidamente. Una dieta equilibrada, sin exceso de azúcares, previene el desarrollo de diabetes tipo 2, sin exceso de grasas, ayuda a prevenir la formación de placas de ateroma en las arterias, y por tanto previene el desarrollo de accidentes cardiovasculares, además de ser una medida preventiva contra la obesidad. Ingerir abundante agua (se recomienda al menos un litro diario), ayuda a prevenir la formación de cálculos renales que pueden provocar un cólico nefrítico.

Llevar unos hábitos de vida saludables en relación con la alimentación, también ayuda a prevenir enfermedades relacionadas con otros aparatos y sistemas del cuerpo; la ingesta a través de la dieta, de las cantidades necesarias de vitaminas del grupo B, ayuda a prevenir enfermedades del sistema nervioso (la vitamina B9, también conocida como ácido fólico se está administrando como suplemento en la dieta de la mujer embarazada, para prevenir el desarrollo de espina bífida en el feto); incluir la sal yodada en la dieta, ayuda a prevenir enfermedades derivadas de la carencia de yodo, como puede ser el bocio; ingerir la cantidad diaria recomendada de vitamina A (retinol), contribuye a mantener en buen estado la vista; aportando la cantidad diaria recomendada de vitamina D (calciferol) al organismo, a través de la dieta, se previene el raquitismo en niños y niñas la osteomalacia en personas adultas.

En todo caso, es importante llevar una dieta equilibrada, adaptada a las necesidades nutricionales de cada persona, para prevenir la aparición de enfermedades.