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Nivel 1.1. LOS SERES VIVOS Y SU DIVERSIDAD

Unidad 3. CLASIFICACIÓN DE LOS SERES VIVOS.

1. CONCEPTO DE ESPECIE

Una especie es un grupo de seres vivos que presentan unas características comunes y que en condiciones favorables son capaces de reproducirse entre sí y tener descendencia.

Para diferenciar unas especies de otras se tiene en cuenta:

  • Las características externas: la forma, el aspecto físico, el color, etc.
  • La capacidad de reproducirse

Las razas están formadas por grupos de animales que pertenecen a la misma especie, aunque presentan características externas distintas a las otras razas. Esto ocurre con las distintas razas de perros.

Las variedades son grupos de plantas que pertenecen a la misma especie, pero que tienen apariencia externa diferente a las otras variedades. Esto ocurre con las distintas variedades de rosas, tulipanes, etc.

2. NECESIDAD DE CLASIFICAR A LOS SERES VIVOS

A pesar de la gran diversidad de formas y de modos de vida, los seres vivos presentan características comunes, que nos permiten agruparlos.

De esta forma, se clasifica a los seres vivos por sus semejanzas; en un mismo grupo se incluyen los seres vivos que presentan al menos una característica común (criterio de clasificación).

El actual sistema para nombrar científicamente las especies fue ideado por el naturalista Linneo y se denomina nomenclatura binomial por utilizar dos nombres. El primero, escrito con mayúscula inicial designa el género al que corresponde la especie (Homo en el caso del ser humano) y el segundo nombre es el específico que caracteriza a esa especie escrito todo él con minúsculas (sapiens en el caso humano). Todo el nombre debe estar escrito en cursiva. Así el nombre científico de nuestra especie será Homo sapiens.

3. LOS CINCO REINOS.

  • Reino Moneras.

Son seres unicelulares procariotas con el ADN esparcido por toda la célula. No tienen núcleo. El reino monera se divide en bacterias y cianobacterias.

Son los organismos con las células más sencillas. Se encuentran bacterias en casi todos los sitios, en la tierra, aire, agua y como parásitos de otros seres vivos. Pueden ser  autótrofas o heterótrofas. Algunas bacterias causan enfermedades, pero otras son inofensivas e incluso pueden ser  beneficiosas  para sus huéspedes (bacterias digestivas).

  • Reino Protoctistas

Son seres unicelulares  o pluricelulares eucariotas. No son miembros de las pantas, hongos ni animales. El reino protista se divide en protozoos y algas.

Los protozoos son seres heterótrofos y unicelulares como la ameba, vorticela o el paramecio. Tiene partes móviles en sus cuerpos que les permiten desplazarse por su entorno, como los animales. Algunos protozoos originan enfermedades  como el Plasmodium (malaria) y Tripanosoma (enfermedad del sueño).

Las algas Son un grupo de organismos autótrofos que pueden ser unicelulares o multicelulares. Suelen ser verdes y pueden crear su propia comida gracias a la fotosíntesis, como las plantas. Están formados por células no especializadas y carecen de órganos.

  • Reino Fungi (Hongos)

 Están formados por células unicelulares o pluricelulares eucariotas.  Los hongos son un grupo de organismos que incluye a los mohos, setas y levaduras. Durante muchos años, se creía que eran plantas. Actualmente se sabe que los hongos son diferentes de las plantas por varias razones:

  • No tienen raíces ni hojas.
  • No tiene clorofila y no pueden fabricar su propio alimento mediante la fotosíntesis. Son heterótrofos.
  • Se reproducen por esporas (son como pequeñas semillas).

Algunos hongos son comestibles pero hay muchos que son altamente venenosos; pueden causar daños y algunas veces enfermedades a la materia orgánica de la que se alimentan, pero algunos hongos son explotados en la producción de comidas y bebidas (por ejemplo las levaduras para la repostería y fabricación de cerveza)  y en medicina  (por ejemplo, antibióticos como la penicilina).

  • Reino Metafitas (vegetales)

Son organismos pluricelulares que están formados por células eucariotas y carecen de formas propias de locomoción. Las plantas son autótrofas. Las plantas le deben su color verde a la clorofila, que es un pigmento, que se encuentra en el interior de las células, que capta la luz del Sol. Las plantas usan esta energía para crear alimento, así que la vida animal depende de ellas. En este proceso se crea el oxígeno que los animales necesitan para respirar.

Se clasifican en dos grandes grupos:

  • Plantas sin semillas. Son plantas que no tienen flores y no producen semillas. Se reproducen  a través de esporas. Pueden ser de dos tipos:
    • Musgos: Son las primeras plantas terrestres, tienen pequeñas raíces, un tallito y unas hojas muy pequeñas, no toleran el sol directo. Pueden medir desde unos pocos milímetros hasta no más de diez centímetros. Se ubican en cortezas de árboles, rocas lisas, etc.
    • Helechos; Con hojas muy grandes, se reproducen por esporas.
  • Plantas con semillas. Pueden ser a su vez de dos tipos:
    • Gimnospermas: no tienen un fruto que proteja a la semilla, son de flores simples y generalmente pequeñas. Son gimnospermas, por ejemplo, los abetos, la araucaria y los cipreses.
    • Angiospermas: son plantas más evolucionadas, sus flores son complejas y por lo general muy llamativas. Las semillas se encuentran recubiertas por un fruto. Por ejemplo, el manzano o el cerezo

Las plantas con semillas constituyen un amplio grupo con estructuras complejas. Están normalmente divididos en tres partes:

  • Raíces: Absorben el agua y las sales minerales.
  • Tallo: Proporcionan soporte a las plantas. Su estructura celular está diseñada para transportar agua y sales desde las raíces a las hojas y azúcares desde las hojas hasta las raíces.
  • Hojas: Las hojas producen el alimento a través de la fotosíntesis.

Las flores y las piñas contienen los órganos reproductores que dan lugar a los frutos y las semillas. A través de la polinización es el proceso en el cual el polen va desde la parte masculina hasta la parte femenina, dando lugar a las semillas. La polinización es llevada a cabo por el viento, la lluvia o pequeños animales polinizadores ( pájaros, insectos…).

  • Reino Metazoos (animales)

 Son seres vivos pluricelulares y heterótrofos que están formados por células eucariotas y la mayoría tiene una gran capacidad para desplazarse y una sensibilidad muy desarrollada.

 Se dividen en dos grandes grupos:

  • Invertebrados: No tienen columna vertebral. Carecen de esqueleto o tienen exosqueleto (esqueleto externo).
  • Vertebrados: Tienen columna vertebral y endosqueleto ( esqueleto interno).

4. LOS INVERTEBRADOS

  • Poríferos: Son acuáticos. Parecen plantas pero son animales. Viven fijos pegados a un sustrato. Sus cuerpos están llenos de poros que filtran el agua que los atraviesa quedándose con las sustancias orgánicas que le sirven de alimento. Tienen una simetría irregular. Ejemplo: Esponjas.

  • Cnidarios: Tienen simetría radial con la boca rodeada de tentáculos  venenosos. Tienen  un orificio (boca, ano) y  una cavidad en el cuerpo que se usa para la digestión y para la respiración. Normalmente se alimentan capturando pequeños animales con sus tentáculos. Son acuáticos. Están divididos en dos grupos:
    • Medusas. Con forma de paraguas que se abre y se cierra consiguen desplazarse.
    • Pólipos. Parecen plantas pero pertenecen al reino animal. Siempre están fijos en un lugar, pegados a un sustrato, como los corales o las anémonas.

  • Anélidos y otros gusanos: Poseen un cuerpo largo y blando y no tienen extremidades. Pueden encontrarse en medios acuáticos o terrestres. Muchos de ellos son parásitos y otros viven pueden vivir independientes sin parasitar a nadie. Tienen  simetría bilateral. Algunos gusanos se reproducen sexualmente (hermafroditas)  y asexualmente. Hay parios tipos:
    • Nemátodos: Poseen un cuerpo sin segmentos con un aparato digestivo completo (boca y ano). No tienen sistema circulatorio ni respiratorio. Por ejemplo: Triquinela que causa la triquinosis.
    • Platelmintos: Tienen cuerpos aplanados. Tienen un sistema digestivo incompleto. Suele tener un solo orificio (carecen de ano). No tienen ni sistema circulatorio ni respiratorio. Por ejemplo: Tenia (parásito intestinal)
    • Anélidos: Tienen un cuerpo redondeado dividido en anillos con un sistema digestivo completo y un sistema circulatorio cerrado. Ejemplos: Lombriz de tierra, sanguijuela, etc…

  • Moluscos: Tienen el cuerpo blando y normalmente dividido en tres partes: cabeza, masa corporal y pie. Tienen una o dos conchas. Son acuáticos o tienden a vivir en sitios húmedos. Se diferencian tres clases:
    • Gasterópodos: Tienen una sola concha, cabeza y se mueven con pie musculoso. Algunos son acuáticos y otros terrestres, pero tienden a vivir en sitios húmedos. Son normalmente herbívoros. Ejemplos: caracol, babosa, lapas, bígaros, etc..
    • Bivalvos: Son acuáticos. Su cuerpo está entre  dos conchas unidas por un ligamento. No tienen cabeza. Se alimentan filtrando partículas del agua. Ejemplos: almeja, ostra, mejillón, vieira, berberecho, etc…
    • Cefalópodos: Son acuáticos. Tienen conchas rudimentarias  o ausencia de ellas en la mayoría de los casos. Tienen la boca y la cabeza rodeada de tentáculos. Son los más inteligentes de todos los invertebrados. Son carnívoros. Ejemplos: Pulpo, calamar, sepia, etc…

  • Artrópodos: Tienen  patas articuladas. Tienen un exosqueleto. El rígido exosqueleto inhibe el crecimiento, así que los artrópodos lo reemplazan periódicamente para crecer. Tienen el  cuerpo segmentado. Tienen  simetría bilateral. Tenemos 4 clases de artrópodos:
    • Insectos: 6 patas. Sus cuerpos están divididos en tres segmentos: cabeza, tórax y abdomen. La mayoría tienen alas y pueden volar. Pueden ser carnívoros, herbívoros u omnívoros. Muchos insectos nacen de huevos en forma de larva y tienen que pasar a través de un complejo proceso para transformarse en adultos (metamorfosis). Ejemplos: hormiga, mosca, abeja, mariposa, etc.
    • Arácnidos: 8 patas. Sus cuerpos están divididos en dos segmentos: cefalotórax y abdomen. La mayoría son carnívoros y algunos son extremadamente venosos. Ejemplos: Araña, garrapata, ácaro, escorpión, etc.
    • Crustáceos: 10 patas. Sus cuerpos están divididos en dos segmentos: cefalotórax y abdomen. Son normalmente acuáticos. Son usualmente carnívoros o filtradores. Ejemplos: cangrejo, langosta, gamba, krill, etc.
    • Miriápodos: Muchas patas. Son los ciempiés. Sus cuerpos están divididos en varios segmentos. Son normalmente terrestres. La mayoría son herbívoros aunque hay excepciones como la escolopendra que es carnívora.

  • Equinodermos: Tienen simetría radial (cinco partes). Son  marinos. Sus cuerpos están cubiertos de espinas. Tienen pequeñas prolongaciones, llamadas pies ambulacrales, que les sirven para desplazarse. Las partes del cuerpo surgen alrededor de una boca central. Ejemplos: Estrella de mar, erizo de mar, etc…

5. LOS VERTEBRADOS

5.1 Peces

  • Características: Animales acuáticos con las extremidades transformadas en aletas, cuerpo recubierto de escamas.
  • Alimentación: Es muy variada, pueden ser carnívoros, herbívoros u omnívoros.
  • Respiración: Branquias
  • Reproducción: Sexual. Son ovíparos. Nacen de huevos sin cáscara.
  • Son ectotérmicos (de sangre fría).
  • Ejemplos: Tiburón, sardina, trucha, etc.

5.2 Anfibios 

  • Características: Los adultos pueden vivir en el agua y en la tierra. Tienen cuatro extremidades palmeadas y la piel desnuda, que debe permanecer húmeda, con lo cual, deben permanecer cerca del agua.
  • Alimentación: Suelen ser carnívoros, aunque sus crías (renacuajos) son herbívoras.
  • Respiración: Los adultos tienen respiración pulmonar y cutánea, las larvas branquial
  • Reproducción: Sexual. Son ovíparos. Nacen de huevos sin cáscara. Nace una larva que debe experimentar importantes cambios (metamorfosis) para transformarse en adulto.
  • Son ectotérmicos.
  • Ejemplos: rana, sapo, salamandra y tritón. 

5.3 Reptiles 

  • Características: Animales terrestres, aunque algunos, cocodrilos, galápagos, viven en el agua. Suelen tener cuatro extremidades, a excepción de las serpientes. Su pie es seca y recubierta de escamas córneas.
  • Alimentación: Suelen ser carnívoros pero también hay herbívoros.
  • Respiración: Pulmonar.
  • Reproducción: Ovíparos. Nacen de huevos con cáscara, lo que les permite ponerlos fuera del agua.
  • Son ectotérmicos.
  • Ejemplos: Tortuga, lagartija, cocodrilo, serpientes y los extintos dinosaurios. 

5.4 Aves 

  • Características: Piel cubierta de plumas, muchos pueden volar. Tienen cuatro extremidades, dos patas y dos alas.
  • Alimentación: Es muy variada, pueden ser carnívoros, herbívoros u omnívoros.
  • Respiración: Pulmonar.
  • Reproducción: Ovíparos. Nacen de huevos con cáscara, lo que les permite ponerlos fuera del agua.
  • Son endotérmicos (de sangre caliente).
  • Ejemplos: Pingüino, petirrojo, pato, águilas, etc.

5.5 Mamíferos 

  • Características: Piel cubierta de pelo y con glándulas de sudor y grasa. Tienen glándulas mamarias que producen leche para sus crías. Tienen cuatro extremidades.
  • Alimentación: Es muy variada, pueden ser carnívoros, herbívoros u omnívoros.
  • Respiración: Pulmonar.
  • Reproducción: Vivíparos.
  • Son endotérmicos.
  • Ejemplos: Humanos, gatos, vacas, lobos, etc.

 

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Unidad 2. LA CÉLULA

1. ESTRUCTURA CELULAR

Todos los seres vivos están formados por unas unidades básicas llamadas células, que no pueden verse a simple vista sino con aparatos de aumento llamados microscopios. Por tanto, cualquier parte de un ser vivo está constituida por células. Si por ejemplo mirásemos nuestra piel con un microscopio, podríamos ver que contiene millones de células.

La célula es la parte más pequeña de un ser vivo que tiene vida propia, es decir, que realiza las funciones vitales: se nutre, se reproduce y se relaciona.

La célula tiene cuatro partes principales:

  • La membrana celular o plasmática: es la parte exterior de la célula. La protege y tiene como función regular el paso de sustancias que entran y salen de la célula.
  • El citoplasma: es la zona que queda encerrada por la membrana celular. El citoplasma está formado por una sustancia viscosa constituida por agua y sales en la que flotan diversas estructuras llamadas orgánulos celulares.
  • El núcleo: se encuentra en el interior de las células y suele ser redondeado. Es la parte más importante porque es el encargado de dirigir todas las actividades de la célula.
  • Los orgánulos celulares: son estructuras diversas que se localizan en el interior del citoplasma y solo pueden estudiarse con los microscopios más potentes.

Los organismos se pueden clasificar en dos grupos según el número de células que poseen:

  • Seres vivos unicelulares: están formados por una sola célula, pueden vivir independientemente y constituyen por sí mismos un organismo, como por ejemplo la ameba y las bacterias.
  • Seres vivos pluricelulares: están formados por muchas células, como por ejemplo todos los animales y todas las plantas.

2. FORMA Y TAMAÑO DE LAS CÉLULAS

Las células presentan formas muy distintas:

  • Las células de las plantas suelen tener forma poligonal.
  • Las de los animales suelen ser esféricas, aunque también pueden ser alargadas como las células de los músculos, estrelladas como las células del cerebro, o con forma de disco como los glóbulos rojos de la sangre.
  • Existen células, como los glóbulos blancos de la sangre, que pueden incluso cambiar de forma.

En general, la forma de una célula depende de la función que realiza.

3. TIPOS DE CÉLULAS.

Pueden ser de dos grandes tipos:

  • Células procariotas: es típica de las bacterias. Estas células son de pequeño tamaño, no poseen núcleo, en su citoplasma hay escasos orgánulos. Tienen pared celular llamada pared bacteriana rodeando a la membrana celular o plasmática pero esta pared es muy diferente a la que tienen las células vegetales.
  • Células eucariotas. Corresponden a células mucho más complejas y evolucionadas que contienen numerosos orgánulos celulares en el citoplasma. Tienen núcleo. Pueden ser de dos tipos:
    • Célula animal: la tienen los animales. Suele tener el núcleo en el centro de la célula, posee varios tipos de orgánulos pero no tiene el orgánulo que puede hacer la fotosíntesis, por tanto, son células sin clorofila.
    • Célula vegetal: la tienen los vegetales. Posee alrededor de la membrana celular otra envuelta llamada pared celular que es una estructura rígida cuya función es dar forma a la célula vegetal (está formada por celulosa). Esta forma suele ser poligonal. Además, gran parte del interior de la célula está ocupado por un orgánulo de gran tamaño llamado vacuola, que desplaza al núcleo celular hacia posiciones más periféricas. Estas células sí poseen orgánulos para realizar la fotosíntesis. Estos orgánulos se llaman cloroplastos, son de color verde y contienen clorofila.

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Nivel 1.1. LOS SERES VIVOS Y SU DIVERSIDAD

Unidad 1. La teoría celular.

1. TEORÍA CELULAR

Schleiden, Schwann, Virchow, a mediados del siglo XIX, establecieron la llamada teoría celular. Según la teoría celular:

  • La célula es la unidad estructural de todos los seres vivos; es decir, que forma todos los seres vivos.
  • La célula es la unidad funcional de los organismos; es decir, ella sola puede realizar todas las actividades para mantenerse viva.
  • Toda célula se forma de otra célula por división

2. LAS FUNCIONES VITALES

Los seres vivos necesitan realizar una serie de actividades que les permitan vivir y adaptarse al medio. Todos los seres vivos tienen estas tres funciones vitales:

  • Nutrición. Consiste en la incorporación de los alimentos al interior de la célula, la transformación de los mismos y la asimilación de las sustancias útiles para formar así la célula su propia materia y utilizar la energía que contienen.
  • Relación. Mediante la función de relación, el individuo capta información de los cambios producidos en el medio, los integra, elabora una respuesta y responde a esas variaciones.
  • Reproducción. Es la capacidad que tienen los seres vivos para producir descendientes con sus mismas características.

3. NUTRICIÓN.

La función de nutrición consiste en el conjunto de procesos mediante los cuales, los seres vivos obtienen la materia y energía necesarias para la vida. Básicamente, consiste en transformar materia y energía externa en materia y energía propia.

Estos procesos serían:

  • Obtención de nutrientes.
  • Respiración.
  • Distribución de sustancias.
  • Excreción.

3.1 Obtención de nutrientes.

Los nutrientes son sustancias que toman los seres vivos y que las células necesitan para vivir.

Distinguimos dos tipos de nutrición, según cómo sea la forma de obtención de los nutrientes:

  • Nutrición autótrofa
    • Los seres autótrofos obtienen sus biomoléculas, su materia orgánica, a partir de materia inorgánica.
    • Por ejemplo, las plantas, las algas y algunas bacterias, fabrican su propia materia orgánica a partir de agua, sales minerales y CO2, mediante la fotosíntesis, utilizando como fuente de energía la procedente de la luz del Sol.
  • Nutrición heterótrofa
    • Los organismos heterótrofos, como hongos, animales, y algunas bacterias, necesitan incorporar materia orgánica producida previamente por otros seres vivos.
    • El aparato digestivo se encarga de incorporar los alimentos y extraer los nutrientes aprovechables para las células.
    • Pueden obtener el alimento cazando (depredadores), comiendo seres muertos (necrófagos), comiendo vegetales (fitófagos), filtrando trozos de seres vivos muy pequeños (detritívoros), descomponiendo seres vivos (saprófagos), o comiéndose los jugos de los seres vivos sin matarlos (parásitos).

3.2 Respiración

La respiración tiene lugar en las mitocondrias de las células eucariotas animales y vegetales, y consiste en utilizar oxígeno para descomponer los nutrientes y obtener energía y CO2 que eliminamos por el aire que espiramos.

El aparato respiratorio es el encargado de llevar oxígeno hasta nuestros pulmones y expulsar CO2 desde los pulmones al exterior de nuestro organismo. Los organismos procariotas no tienen mitocondrias, pero también respiran con unas estructuras que tienen en su membrana.

3.3 Distribución de sustancias

Los seres pluricelulares utilizan el aparato circulatorio para transportar, en la sangre, tanto los nutrientes desde el aparato digestivo hasta las células, como las sustancias de desecho desde las células hacia el exterior.

Los seres unicelulares, como tienen mayor facilidad para intercambiar sustancias con el medio externo, no necesitan estos aparatos que utilizan los pluricelulares para llevar los nutrientes, oxígeno, sustancias de desecho, etc. al lugar correspondiente.

3.4 Excreción

Es el conjunto de procesos por el que los organismos eliminan las sustancias de desecho resultantes de la actividad celular. El aparato excretor se encarga de esta función.

4. RELACIÓN.

La función de relación es la capacidad de percibir cambios físicos y químicos (estímulos) del medio ambiente tanto interno como externo y producir respuestas adecuadas para permitir la supervivencia. Mediante esta función los seres vivos orientan y coordinan su funcionamiento para adaptarse lo mejor posible a su entorno, de modo que puedan obtener suficiente alimento y relacionarse con otros organismos con los que conviven de la manera más favorable posible.

La función de relación consta de las siguientes etapas:

4.1 Percepción de estímulos

Los cambios en el ambiente (estímulos) que se producen en el medio son percibidos por los seres vivos mediante receptores.

Los estímulos que provienen del interior del organismo son detectados por receptores internos llamados propioceptores.

Los estímulos procedentes del exterior del organismo son captados por receptores que se agrupan en órganos complejos llamados órganos de los sentidos.

Los sentidos más destacados en animales son la vista, la audición, el equilibrio, el olfato, el gusto, el tacto y la detección de temperatura y dolor.

4.2 Procesamiento de la información y la coordinación

La información que llega desde los receptores hay que procesarla y preparar una respuesta coordinada.

Los animales presentan dos sistemas para coordinar los estímulos que llegan al organismo y elaborar la respuesta.

El sistema nervioso actúa elaborando respuestas rápidas frente a un estímulo. El sistema nervioso está formado por neuronas, que son las células encargadas de realizar esas funciones.

El sistema hormonal produce respuestas lentas pero duraderas. El sistema hormonal está formado por órganos denominados glándulas hormonales, que liberan hormonas.

4.3 La ejecución de las respuestas

Los órganos efectores son los encargados de llevar a cabo la respuesta. Hay respuestas que implican movimientos o cambios en la forma del cuerpo, y otras llevan a la secreción de sustancias.

5. REPRODUCCIÓN

La reproducción es una de las funciones esenciales de los seres vivos, que asegura la supervivencia de los organismos a lo largo del tiempo, dando lugar a nuevos individuos semejantes a ellos mismos.

Mediante la reproducción, un organismo origina una célula o un grupo de células, que tras un proceso de desarrollo, da origen a un nuevo organismo de la misma especie, posibilitando la supervivencia de la misma.

Existen dos modalidades de reproducción:

5.1 Reproducción asexual.

Es el tipo de reproducción más sencillo y primitivo, no requiere células especializadas. Como forma general, una célula, llamada “célula madre”, se divide dando lugar a dos o más células llamadas “células hijas”, con la misma información genética que la célula madre. Se distinguen varios tipos:

  • Gemación. La célula madre (o un organismo pluricelular) se divide en dos células hijas de distinto tamaño. Por ejemplo, las levaduras.
  • Bipartición. La célula madre se divide en dos células hijas del mismo tamaño. Por ejemplo, las bacterias y algunos protozoos. Por bipartición también multipican sus células los animales y plantas.
  • Esporulación. Por formación de esporas. Se divide el núcleo en diferentes partes, las cuales se rodean de citoplasma y de una membrana dando lugar a esporas. Las esporas permanecen hasta que la célula rompe la membrana y salen al exterior. Por ejemplo, algunos protozoos, hongos y algas unicelulares.

5.2 Reproducción sexual.

La reproducción sexual es aquella en la que intervienen células especializadas llamadas gametos (masculino y femenino), que se forman en órganos especiales denominados gónadas y cuya finalidad es formar una gran variedad de combinaciones genéticas en los nuevos organismos para mejorar las posibilidades de supervivencia.

Con la reproducción sexual, aparecen los sexos, pero en el reino animal podemos encontrarnos con dos situaciones.

  • Especies con los dos sexos en el mismo individuo: especies hermafroditas, en estas especies existen células que produce el gameto femenino y otras que producen el gameto masculino. Aunque luego la fecundación es cruzada, es decir un individuo de una especie hermafrodita no se fecunda a sí mismo. en los anélidos podemos encontrar ejemplos de especies hermafroditas.
  • Especies con diferencias anatómicas y funcionales entre los dos sexos: existe un sexo femenino que produce óvulos y un sexo masculino que produce espermatozoides.

En cuanto a la fecundación, esta puede ser:

  • Fecundación externa, como en muchos grupos de peces: la hembra expulsa los huevos sin fecundar al exterior y el macho los cubre con su esperma.
  • Fecundación interna: la fecundación se produce dentro del cuerpo de la hembra, para ellos se desarrollan órganos copuladores, se da, por ejemplo, en aves y en mamíferos.

En cuanto al tipo de desarrollo, este puede ser:

  • Ovíparo: el nuevo animal se desarrolla dentro de un huevo. Se da en toda la escala animal excepto en mamíferos.
  • Vivíparo: el nuevo animal se desarrolla dentro del cuerpo de la madre. Se da en los mamíferos.
  • Ovovivíparo: el nuevo animal se desarrolla dentro de un huevo, pero dentro del cuerpo de la madre.

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Nivel 2.1. LAS PERSONAS Y LA SALUD.

UNIDAD 1. FUNCIONAMIENTO DEL CUERPO HUMANO. LA SALUD.

Capítulo 1. La salud y la enfermedad.

La salud

La salud es «un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad o invalidez». Así define «salud» la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su carta fundacional.

Factores determinantes de la salud

Los factores biológicos, los factores ambientales, el estilo de vida y los sistemas de asistencia sanitaria son factores determinantes de la salud.

Los factores que determinan la salud son muy variados y se relacionan entre sí. Unos dependen de la persona y otros del medio en el que vive esa persona. En general, los factores determinantes de la salud son modificables y están influenciados por factores sociales.

Los factores determinantes de la salud son básicamente de cuatro tipos: los factores biológicos, los factores ambientales, el estilo de vida y los sistemas de asistencia sanitaria, como se recogen en la siguiente tabla:

Factores biológicos Las características genéticas y el envejecimiento.
Factores ambientales La contaminación biológica, la contaminación atmosférica, la contaminación química, la contaminación psico-social y socio-cultural.
 

Estilo de vida

 

 

Estilo de vida

Para llevar un estilo de vida saludable, hemos de:

1- Evitar la exposición a factores de riesgo (estrés, prácticas sexuales de riesgo, tabaco, alcohol, drogas, en ocasiones conducción, exposición solar o fármacos).

2- Practicar ejercicio físico.

3- Llevar una dieta equilibrada.

4- Disfrutar de tiempo de ocio y descanso.

5- Cuidar nuestra higiene corporal (lavado de manos, cepillado de la 
dentadura, ducha diaria, limpieza nasal).

6- Vigilar la postura.

7- Realizar un uso adecuado de los servicios sanitarios (controles médicos periódicos, orientación y planificación familiar).

8- Controlar diversos factores (el medio laboral, las viviendas, los edificios y los locales de uso público, los animales que nos puedan transmitir enfermedades, la higiene de los alimentos y del agua de consumo, la eliminación de las aguas residuales y de los residuos sólidos).

Sistemas de asistencia sanitaria De calidad, de amplia cobertura y gratuitos.

En resumen, para gozar de salud, es fundamental llevar un estilo de vida saludable que consiste en evitar la exposición a factores de riesgo como son el estrés, la exposición solar o las prácticas sexuales sin la debida protección y el consumo de tabaco, alcohol o drogas; practicar ejercicio físico, llevar una dieta equilibrada, disfrutar de tiempo de ocio y descanso, cuidar nuestra higiene corporal realizando de manera adecuada el lavado de manos, el cepillado de la dentadura, la ducha diaria o la limpieza nasal; vigilar los hábitos posturales; realizar un uso adecuado de los servicios sanitarios (controles médicos periódicos, orientación y planificación familiar) y controlar diversos factores como son el medio laboral, las viviendas, los edificios y los locales de uso público, los animales que nos puedan transmitir enfermedades, la higiene de los alimentos y del agua de consumo, así como la eliminación de las aguas residuales y de los residuos sólidos.

La enfermedad. Clases de enfermedades

Cuando algo no funciona correctamente, se produce la enfermedad. «La enfermedad es una alteración orgánica o funcional que afecta negativamente al estado de bienestar de una persona».

Las enfermedades se pueden clasificar según su localización, así hablamos de enfermedades óseas cuando se localizan en el hueso, enfermedades cardiacas si afectan al corazón o enfermedades hepáticas si afectan al hígado. Según su historia natural, se habla de enfermedad aguda si tiene un inicio y un fin claramente definidos y generalmente es de corta duración, o de enfermedad crónica si es de larga duración y su fin no puede preverse o incluso puede que no tenga fin. Según su curso progresivo (que aumenta poco o poco su valor o intensidad) o intermitente (que aparece y desaparece) o según otros criterios como son el proceso biológico que se ve afectado o su etiología (es decir la causa de la enfermedad).

Atendiendo a la etiología, se pueden distinguir dos tipos básicos de enfermedades, que son las enfermedades infecciosas (causadas por agentes biológicos que conocemos con el nombre de gérmenes o microorganismos patógenos) y las enfermedades no infecciosas (no provocadas por agentes biológicos).

Comportamientos sociales que favorecen las enfermedades

Algunos comportamientos sociales como el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas o fármacos y los desórdenes alimentarios, favorecen el desarrollo de enfermedades.

El consumo de alcohol, tabaco y otras drogas o fármacos, así como los desórdenes alimentarios son comportamientos sociales que favorecen el desarrollo de enfermedades.

  • El consumo de alcohol puede provocar daños en la salud del organismo, afectando por ejemplo al aparato digestivo, al aparato circulatorio o al sistema nervioso.
  • El consumo de tabaco es negativo para la salud; sustancias como el alquitrán, la nicotina o el monóxido de carbono son perjudiciales para la salud de la persona fumadora. El consumo de tabaco también puede perjudicar a los «fumadores pasivos».
  • El consumo de otras drogas daña gravemente el óptimo estado de bienestar físico, psíquico y social, perjudicando por tanto la salud de las personas. Las drogas causan dependencia psíquica y física, lo que lleva a la persona a tener la necesidad de volver a consumirlas. La dependencia física hace que, si la persona no consume la droga, manifieste el síndrome de abstinencia, caracterizado por sudoración, náuseas, vómitos e intenso malestar general. El consumo habitual de drogas hace que disminuyan de manera gradual sus efectos, lo cual se conoce como tolerancia a la droga, de manera que la persona necesita consumir cada vez mayor cantidad de droga para lograr los mismos efectos, lo cual incrementa aun más el peligro.
  • El consumo inadecuado de fármacos puede ser perjudicial para nuestra salud, por ejemplo, el abuso en el consumo de antibióticos puede provocar resistencias bacterianas.

Los desórdenes alimentarios favorecen el desarrollo de enfermedades como son la obesidad, la anorexia, la bulimia o la vigorexia.

Capítulo 2. Las enfermedades infecciosas.

Los microorganismos

Las enfermedades infecciosas están causadas por microorganismos patógenos.

Los microorganismos son seres de tamaño inferior a 0.1 mm, de modo que para observarlos necesitamos la ayuda del microscopio. ¡De ahí lo de micro! Pueden estar formados por una sola célula, por varias e incluso pueden no ser propiamente células como es el caso de los virus.

Existen muchos tipos de microorganismos; algunos de ellos habitan de manera habitual en nuestro cuerpo, incluso nos resultan beneficiosos, como por ejemplo las bacterias que tenemos en el intestino constituyendo la flora intestinal, pero otros, los denominados microorganismos patógenos, son capaces de causarnos enfermedades ¡éstos no son tan beneficiosos para nosotros, y precisamente por ser capaces de causar o propagar enfermedades también se los conoce como gérmenes!

MICROORGANISMO ENFERMEDAD INFECCIOSA
Bacterias Tuberculosis, sífilis, cólera, gonorrea, meningitis, neumonía, tifus, tétanos, tos ferina, salmonelosis, botulismo, escarlatina o legionelosis.
Virus Gripe, herpes, hepatitis, varicela, rubeola, paperas, sarampión o SIDA.
Hongos La candidiasis, la tiña.
Protozoos La toxoplasmosis, el paludismo o malaria, la enfermedad del sueño, la disentería amebiana.

Los microorganismos patógenos, capaces de causarnos enfermedades, pueden ser de distintos tipos; por ejemplo las bacterias, los virus, los hongos y los protozoos son capaces de causarnos enfermedades infecciosas, tal como se recoge en la siguiente tabla, junto con algunos ejemplos de enfermedades provocadas por dichos microorganismos

Transmisión de las enfermedades infecciosas

Las enfermedades infecciosas se transmiten de persona a persona, extendiéndose así la enfermedad, es un modo de contagio.

Cuando el contagio es de tal magnitud que la enfermedad infecciosa traspasa las fronteras de los países y se extiende por todo el mundo, hablamos de pandemia. Recuerda la pandemia de la «gripe española» a principios del siglo XX o la actual pandemia de la COVID-19.

Cuando hablamos de contagio nos referimos a la transmisión o adquisición de una enfermedad por contacto con el germen o microorganismo patógeno que la causa.

La transmisión de las enfermedades infecciosas (E.I.) puede ocurrir de distintas formas, son las vías de transmisión de la enfermedad infecciosa, entre las que se encuentran el contacto directo, el contacto indirecto, la inhalación, la ingestión y los insectos u otros vectores (organismos que transmiten el agente infeccioso, es decir, transmiten el microorganismo patógeno.

Sistemas de defensa

Tenemos barreras para impedir que los microorganismos entren en nuestro cuerpo y provoquen la infección.

Nuestro cuerpo cuenta con unos sistemas de defensa para luchar contra los microorganismos patógenos, evitando que se produzca la infección pese a entrar en contacto con dichos microorganismos.

Cuando un microorganismo llega a nuestro cuerpo se encuentra con una primera línea de defensa o barrera constituida por la piel y las mucosas, que tratan de impedir la entrada del microorganismo patógeno en el cuerpo.

Puede ocurrir que el microorganismo patógeno logre entrar en nuestro cuerpo, de modo que éste ha de defenderse poniendo en marcha la segunda línea de defensa en la que actúan los linfocitos (que producen anticuerpos frente a microorganismos patógenos) y otros leucocitos (que destruyen microorganismos patógenos «engulléndolos»).

Una infección puede iniciarse en una parte del cuerpo y de ahí diseminarse (extenderse) por todo el organismo.

Fases de las enfermedades infecciosas

Las enfermedades infecciosas se desarrollan en tres fases: incubación, enfermedad y convalecencia. Cuando contraemos una enfermedad infecciosa pasamos por tres fases:

  • La fase de incubación, es el intervalo de tiempo que transcurre entre el momento en que el cuerpo entra en contacto con el microorganismo patógeno y el momento en que comienzan a manifestarse los primeros síntomas de la enfermedad.
  • La fase de enfermedad manifiesta, en que aparecen y se manifiestan los síntomas de la enfermedad.
  • La fase de convalecencia, tras desaparecer el microorganismo patógeno, es el periodo de tiempo en que nuestro cuerpo está recuperando su estado de salud.

La lucha contra las enfermedades infecciosas. El Sistema Inmunitario

El Sistema Inmunitario, las vacunas, los sueros, los fármacos y los medicamentos nos ayudan a luchar contra las enfermedades infecciosas. El Sistema Inmunitario (sistema inmune o sistema inmunológico) es un sistema de defensa que tiene nuestro cuerpo para luchar contra los microorganismos patógenos y otros organismos invasores que nos puedan causar enfermedades.

En el sistema inmunitario intervienen células como los linfocitos, que fabrican anticuerpos para atacar a los microorganismos patógenos.

Además de los linfocitos, otros tipos de leucocitos se encargan de intervenir en la defensa del organismo, realizando la fagocitosis del microorganismo patógeno, es decir, eliminan el microorganismo patógeno «engulléndolo».

Tras entrar en contacto con el microorganismo patógeno, el cuerpo desarrolla una protección frente a la enfermedad, es la inmunidad.

«Los niños, por lo general, contraen más infecciones que los adultos (pensemos en los frecuentes catarros de los niños en edad escolar), es porque los adultos ya han estado expuestos a mayor número de gérmenes a lo largo de su vida, con lo que están más inmunizados».

La inmunidad puede ser innata (ya nacemos con ella, es por lo que determinadas enfermedades que padecen algunos animales no nos afectan a los humanos) o adquirida de manera natural o artificial.

Nuestro sistema inmunitario nos ayuda a desarrollar la inmunidad natural.

Cuando el sistema de defensa del cuerpo está en perfectas condiciones, es capaz de luchar contra los microorganismos patógenos y prevenir la infección, pero puede ocurrir que por distintas razones, disminuyan las defensas contra la infección, en este caso el organismo se dice que se encuentra inmunodeprimido; entre esas razones se encuentran algunos tratamientos contra el cáncer, los tratamientos inmunosupresores aplicados a las personas que van a recibir un trasplante (para evitar que se produzca el rechazo) o el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana), que causa la enfermedad conocida como SIDA (síndrome de la inmunodeficiencia humana adquirida), por todas estas razones, disminuyen las defensas de nuestro organismo, siendo más probable que contraigamos alguna enfermedad infecciosa, sobre todo provocada por microorganismos oportunistas (aquellos capaces de provocarnos la enfermedad si nuestro sistema inmunológico se encuentra debilitado).

Pero puede ocurrir que el sistema inmunitario se encuentre hiperactivo, es el caso de las alergias y las enfermedades autoinmunes.

La lucha contra las enfermedades infecciosas. Las vacunas y los sueros

Las vacunas y los sueros nos ayudan a desarrollar la inmunidad artificial.

Las vacunas producen una inmunidad artificial activa, porque provocan la producción de anticuerpos por parte de nuestro organismo, mientras que los sueros producen la inmunidad artificial pasiva, porque contienen los anticuerpos.

Las vacunas son preparados de antígenos procedentes de microorganismos patógenos, que se administran a las personas con el fin de inmunizarlas frente a enfermedades infecciosas, causadas por dichos microorganismos patógenos, ya que es el sistema inmunitario de la propia persona vacunada el que ha de fabricar los anticuerpos frente a los antígenos del microorganismo que contiene la vacuna.

Antes de utilizar una vacuna, su investigación y elaboración pasa por una serie de fases:

  • Fase preclínica: Es la primera etapa en el desarrollo de una vacuna. Los científicos la administran a animales como ratones o monos, para ver si produce una respuesta inmune. Hay más de un centenar de vacunas en esta primera etapa de investigación y desarrollo.
  • Fase 1: Pruebas seguras: los científicos comienzan a probar la vacuna en grupos pequeños de seres humanos, con el objetivo de evaluar su seguridad y el tamaño de la dosis, y comprobar si la misma estimula el sistema inmune. Hay 19 vacunas actualmente en esta fase de desarrollo.
  • Fase 2: Pruebas extendidas: los científicos analizan la vacuna en cientos de personas divididas en grupos, como niños y ancianos, con el objetivo de analizar si los afecta de forma diferente. Además, avanzan aún más en el corroborar su seguridad y la capacidad de estimulación de la vacuna al sistema inmunitario.
  • Fase 3: Pruebas de eficacia: las vacunas que superaron con éxito las fases anteriores son administradas a miles de personas para corroborar cuántas de ellas se infectan y comparar ese número con otro grupo que sólo recibe placebos. Estos ensayos pueden determinar si la vacuna protege realmente contra una enfermedad. Es la etapa final antes de su aprobación y su autorización por las autoridades sanitarias.

Por ejemplo, para la elaboración de una vacuna para la COVID-19, se están siguiendo los siguientes pasos:

Los sueros son preparados biológicos que nos ayudan a desarrollar la inmunidad artificial pasiva, porque los sueros ya contienen los anticuerpos que permitirán a nuestro cuerpo luchar contra determinados microorganismos patógenos.

La lucha contra las enfermedades infecciosas. Los fármacos y los medicamentos

Los fármacos y los medicamentos nos ayudan a combatir enfermedades, como las enfermedades infecciosas, causadas por microorganismos patógenos.

Los antibióticos y las sulfamidas atacan a las bacterias, por lo que se utilizan en el tratamiento de enfermedades infecciosas bacterianas. Los antibióticos atacan a las bacterias pero no a los virus. Por esta razón, nuestros médicos y médicas no nos prescriben antibióticos cuando enfermamos de gripe, ya que está provocada por virus.

Los antivirales se utilizan en terapias para luchar contra los virus causantes de enfermedades infecciosas virales.

Los antimicóticos y los fungicidas se utilizan en la lucha contra hongos causantes de enfermedades infecciosas e infestaciones de origen fúngico.

Los antiprotozoarios se emplean para eliminar protozoos patógenos.

La COVID-19.

A finales de 2019 apareció esta enfermedad en la ciudad de Wuhan (China). es una enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2.10​11​.

Produce síntomas similares a los de la gripe o catarro, entre los que se incluyen fiebre, tos, disnea, mialgia y fatiga. En casos graves se caracteriza por producir neumonía, síndrome de dificultad respiratoria aguda,​ sepsis y choque séptico que conduce a cerca de 3,75 % de los infectados a la muerte según la OMS. No existe tratamiento específico; las medidas terapéuticas principales consisten en aliviar los síntomas y mantener las funciones vitales.

La transmisión del SARS-CoV-2 se produce mediante pequeñas gotas —microgotas de Flügge— que se emiten al hablar, estornudar, toser o espirar, que al ser despedidas por un portador (que puede no tener síntomas de la enfermedad o estar incubándola) pasan directamente a otra persona mediante la inhalación, o quedan sobre los objetos y superficies que rodean al emisor, y luego, a través de las manos, que lo recogen del ambiente contaminado, toman contacto con las membranas mucosas orales, nasales y oculares, al tocarse la boca, la nariz o los ojos.

Los síntomas aparecen entre dos y catorce días, con un promedio de cinco días, después de la exposición al virus. Existe evidencia limitada que sugiere que el virus podría transmitirse uno o dos días antes de que se tengan síntomas, ya que la viremia alcanza un pico al final del período de incubación. El contagio se puede prevenir con el lavado de manos frecuente, o en su defecto la desinfección de las mismas con alcohol en gel, cubriendo la boca al toser o estornudar, ya sea con la sangradura (parte hundida del brazo opuesta al codo) o con un pañuelo y evitando el contacto cercano con otras personas, entre otras medidas profilácticas, como el uso de mascarillas.

Capítulo 3. Organización general y funcionamiento del cuerpo humano.

Organización general del cuerpo humano

Células > tejidos > órganos > aparatos o sistemas > individuo: Son niveles de organización del ser humano.

Nuestro cuerpo está formado por aparatos o sistemas, piensa en el aparato digestivo o en el sistema nervioso. A su vez, los aparatos o sistemas están formados por órganos, como el estómago, que es un órgano del aparato digestivo o el cerebro que es un órgano del sistema nervioso. Los órganos están formados por tejidos, piensa en el tejido epitelial que tapiza las paredes del estómago o el tejido nervioso que forma parte del cerebro. Los tejidos por su parte, están formados por células, piensa ahora en los enterocitos que son células epiteliales del tejido epitelial que tapiza las paredes del estómago, o las neuronas, que son células nerviosas del tejido nervioso que forma, por ejemplo, nuestro cerebro.

La citología estudia las células, la histología estudia los tejidos, y por último la anatomía y la fisiología estudian respectivamente la forma y el funcionamiento de las células, los tejidos, los órganos, los aparatos y los sistemas.

La célula.

La célula es la unidad estructural y funcional de todos los seres vivos. Es la parte del ser vivo (o incluso el ser vivo si es unicelular) que realiza las tres funciones vitales de los seres vivos: nutrición, relación y reproducción.

Aunque existen seres vivos unicelulares, la mayoría son pluricelulares. Como las células son muy pequeñas, no se pudieron observar ni estudiar hasta que las técnicas de observación lo permitieron con inventos como el microscopio.

En todas las células se distinguen estas tres estructuras básicas:

  • La membrana plasmática es una capa de lípidos y proteínas que envuelve a la célula. Se encarga de regular el paso de sustancias entre el exterior y el interior de la célula.
  • El citoplasma es la parte de la célula que está rodeada por la membrana. Está formado por un medio acuoso (citosol) en el que flotan los orgánulos celulares. Los orgánulos son estructuras encargadas de llevar a cabo diversas funciones.
  • El material genético (ADN) es sustancia que contiene la información hereditaria y controla el funcionamiento de la célula.

La teoría celular se basa en los siguientes postulados:

  • La célula es la unidad estructural, funcional y genética de los seres vivos.
  • Todos los seres vivos están formados por una o más de una célula.
  • La célula es la unidad funcional de los seres vivos. Es la unidad mínima de un ser vivo que puede llevar a cabo las funciones vitales básicas: nutrición, relación y reproducción.
  • Toda célula proviene de otra célula anterior.
  • Toda célula tiene ADN con las características específicas del ser vivo y se transmiten a sus descendientes.

Desde el punto de vista estructural, las células pueden dividirse en:

  • Células procariotas: No tienen núcleo. El ADN no está dentro de un núcleo, separado del resto de la célula, sino que está disperso en el citoplasma, en una zona llamada nucleoide.
  • Células eucariotas: Tienen núcleo. El ADN está separado del resto del citoplasma por una membrana nuclear.

La célula es la unidad funcional de los seres vivos porque en ella se realizan las funciones vitales de los seres vivos: nutrición, relación y reproducción.

En la célula ocurren multitud de reacciones químicas en su interior, el llamado metabolismo celular, que le permite mantenerse viva y adaptarse al medio.

Algunas células, como las vegetales, tienen nutrición autótrofa y son capaces de fabricar su propia materia orgánica (en los cloroplastos) y de oxidarla para obtener energía (en las mitocondrias). Otras, como las animales, tienen nutrición heterótrofa, y necesitan incorporar la materia orgánica ya elaborada por otros organismos.

Las funciones vitales

El ser humano, como ser vivo, puede realizar las tres funciones vitales: nutrición, reproducción y relación.

En la siguiente tabla se muestran los distintos órganos, aparatos y sistemas que intervienen en las tres funciones vitales.

NUTRICIÓN REPRODUCCIÓN RELACIÓN
Permite aportar a las células los nutrientes y el oxígeno y eliminar los productos de desecho. Permite originar nuevos individuos. Permite captar y responder a los estímulos.
• APARATO DIGESTIVO

Se encarga de transformar los alimentos ingeridos en molé-culas más pequeñas llamadas nutrientes, que puedan llegar a las células.

· APARATO REPRODUC-TOR MASCULINO

Se encarga de producir espermatozoides.

• ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS

Se encargan de recoger la información.

 

• SISTEMA NERVIOSO

Se encarga de analizar la información recogida por los órganos de los sentidos y elaborar una respuesta, de modo que, coordina y regula todas las actividades del organismo.

 

• SISTEMA ENDOCRINO

Se encarga de colaborar con el sistema nervioso en la coordinación y regulación de todas las actividades de nuestro organismo.

• AP. RESPIRATORIO

Se encarga de captar el oxígeno del exterior (que necesitan las células) y de eliminar el CO2 (producido por las células).

• AP. CIRCULATORIO

Se encarga de transportar:

1-             Los nutrientes (desde el aparato digestivo) y el oxígeno (desde el aparato respiratorio) hasta las células.

2-             Las sustancias de desecho desde las células hasta el aparato respiratorio (dióxido de carbono) y hasta el aparato excretor (sales minerales, agua y productos nitrogenados)

• APARATO EXCRETOR

Se encarga de eliminar del organismo las sustancias de desecho producidas como consecuencia de la actividad metabólica de las células.

• APARATO REPRODUC-TOR FEMENINO

Se encarga de producir óvulos.

 

NOTA: Los óvulos son los gametos femeninos (forma-dos en los ovarios de la mujer que son las gónadas femeninas). Los espermato-zoides son los gametos masculinos (formados en los testículos del hombre que son las gónadas mas-culinas). Han de unirse un espermatozoide y un óvulo, en lo que se conoce como fecunda-ción, para dar lugar finalmente a un nuevo individuo.

Capítulo 4. El trasplante y la donación de células, sangre y órganos.

El trasplante es un tratamiento médico que permite reemplazar órganos, tejidos o células enfermos o deteriorados de una persona, para mejorar su calidad de vida o incluso para salvarle la vida.

El individuo que aporta las células, la sangre, los tejidos o los órganos para el trasplante es el donante, mientras que el individuo que recibe las células, la sangre, los tejidos o los órganos en el trasplante es el receptor.

Cuando el donante y el receptor tienen distinta constitución genética, el receptor puede presentar problemas de rechazo, debido a la falta de compatibilidad con su donante. Se pueden dar distintos tipos de trasplante, dependiendo del donante y el receptor, tal como se recoge en la siguiente esquema:

La transfusión de sangre se puede considerar como un trasplante, que se realiza a personas que se someten a una intervención quirúrgica, como puede ser un trasplante de médula ósea u órganos, también se realiza la transfusión de sangre a personas que sufren accidentes de tráfico o laborales, que padecen leucemias u otros tipos de cáncer o enfermedades graves causantes de anemias. Las personas sanas que gocen de buena salud pueden ser donantes de sangre.

Trasplante y rechazo

Podemos impedir que el sistema inmunitario actúe, para que el trasplante no sea rechazado.

La persona que va a recibir un trasplante (el receptor), por lo general, antes de ser trasplantada, es sometida a un tratamiento inmunosupresor, que hace disminuir sus defensas, con el fin de que su sistema inmunológico no rechace las células, los tejidos o los órganos trasplantados. Incluso en algunos casos, la persona trasplantada ha de continuar con el tratamiento inmunosupresor tras el trasplante, para evitar el rechazo.

Inconvenientes de los trasplantes

El trasplante presenta algunos inconvenientes. La escasez de células, tejidos y órganos donados, los rechazos, el elevado coste de algunos trasplantes, las complicaciones del postoperatorio o los problemas éticos son algunos de los inconvenientes que pueden presentar los trasplantes.

Los avances de las Ciencias Biomédicas: Las células madre y su trasplante

Los trasplantes y las donaciones de células, sangre, tejidos u órganos, y en general los avances de las ciencias biomédicas son beneficiosos para la Humanidad.

Gracias a los avances de las ciencias biomédicas, es posible en la actualidad el tratamiento y la curación de muchas enfermedades, lo que permite aumentar la calidad de vida y la prolongación de ésta, es decir, permite aumentar la esperanza de vida de las personas.

Los trasplantes de células, tejidos y órganos son una realidad y una práctica quirúrgica que salva muchas vidas humanas en la actualidad. Tal es el caso del trasplante de células madre.

Las células madre o stem cell son células con capacidad de dividirse indefinidamente y de diferenciarse hacia cualquier tipo de células especializadas. Se trasplantan para tratar enfermedades como Alzheimer, leucemias, linfomas o el cáncer de médula ósea. Las células madre se encuentran en distintos tejidos de nuestro cuerpo y son más abundantes en la médula ósea; cuando se extraen células madre de la médula ósea (con el fin de trasplantarlas, por ejemplo a otro lugar del cuerpo, para regenerar tejidos dañados), hablamos de trasplante de médula ósea.

Los avances de las Ciencias Biomédicas: Cultivo y clonación de células, tejidos y órganos

El cultivo de células, tejidos y órganos permite evitar la escasez de éstos para el trasplante, lo cual evita a su vez, uno de los inconvenientes del trasplante, como es la falta de abastecimiento de células, tejidos y órganos para trasplantar y constituye un gran avance de las ciencias biomédicas.

Esto se está haciendo en el Centro Comunitario de Transfusiones del Principado de Asturias, que es responsable de un banco de sangre y tejidos de Asturias, donde se cultiva por ejemplo piel para trasplantar a pacientes con quemaduras graves, o a pacientes a los que se han extirpado grandes lunares, o a pacientes con úlceras vasculares muy resistentes a la curación.

La clonación de células, órganos y tejidos puede ser entendida como la fabricación de un clon, es decir, una copia o réplica exacta de dichas células, órganos o tejidos, de los que se parte. Esta técnica supone un avance de las ciencias biomédicas, ya que dichas células, órganos o tejidos pueden ser empleados en trasplantes heterólogos, evitando el rechazo o autólogos; en ambos casos, la utilización de esas células, órganos o tejidos clonados evita uno de los problemas actuales de los trasplantes: la falta de abastecimiento debida a la escasez de donantes, ya que mediante la técnica de clonación, a partir de un donante se pueden fabricar numerosas copias de las células, los órganos o los tejidos a trasplantar.

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Nivel 2.2. MATERIA Y ENERGÍA II

BLOQUE 3. LA ENERGÍA

Capítulo 1. TRABAJO Y POTENCIA

Desde el punto de vista físico, esfuerzo y trabajo son conceptos diferentes. Nosotros podemos hacer un gran esfuerzo al empujar un enorme armario sin conseguir desplazarlo, y sin embargo, no realizamos trabajo. Por el contrario, en otras ocasiones con un menor esfuerzo logramos desplazar el cuerpo sobre el que aplicamos la fuerza, por ejemplo al mover el cuaderno sobre la mesa. En este caso sí que estamos realizando un trabajo desde el punto de vista físico.

Por lo tanto, para que exista un trabajo es necesario realizar una fuerza sobre un cuerpo y que ésta se desplace con él. En física el trabajo es directamente proporcional a la fuerza que actúa sobre un cuerpo y al desplazamiento que dicha fuerza se produce. Y si no se produce desplazamiento no existe trabajo.

La expresión matemática del trabajo es diferente, según la dirección de la fuerza y la del desplazamiento sean iguales (figura a) o distintas (figura b). Este último caso requiere unos conocimientos matemáticos que exceden a los objetivos del curso por lo que no se estudiarán.

Cuando la fuerza (F) que se aplica al cuerpo tiene la misma dirección que el desplazamiento (e) del mismo, la expresión matemática del trabajo es:

Hemos definido una nueva magnitud física que hemos llamado trabajo y para medirla necesitaremos una unidad distinta de las que conocemos hasta ahora. Como el trabajo es el producto de la fuerza que se hace por el espacio recorrido, la unidad de trabajo será igual al producto de la unidad de desplazamiento:

Unidad de trabajo = Unidad de fuerza · Unidad de longitud

En el sistema internacional, la unidad de trabajo se llama julio (J) y puede definirse como el trabajo que desarrolla una fuerza de un newton al desplazarse un metro:

1 J = 1 N · 1 m

A veces, nos encontramos en situaciones en las que las mismas fuerzas realizan los mismos desplazamientos, pero en tiempos diferentes, por ejemplo, cuando subimos en un ascensor, el motor realiza un trabajo para desplazarnos al piso superior. Si va más rápido o más lento, el trabajo será el mismo aunque el tiempo empleado en realizar el recorrido será distinto.

Para relacionar el trabajo realizado con el tiempo invertido en realizarlo, definimos una nueva magnitud que llamaremos potencia y que determina la cantidad de trabajo realizada en la unidad de tiempo. Por lo tanto, para calcular la potencia habrá que dividir el trabajo realizado entre el tiempo que se ha empleado para ello:

En el sistema internacional a esta nueva unidad la denominamos vatio (W). De forma que cuando se realiza un trabajo de un julio en un segundo, se está empleando una potencia de un vatio:

Existen otras unidades de potencia en la vida diaria, como el kilovatio y el caballo de vapor; sus equivalencias respectivas son:

Capítulo 2. ENERGÍA Y TIPOS DE ENERGÍA

Para realizar un trabajo es necesario efectuar una fuerza que produzca un desplazamiento. Todo aquello que sea capaz de desarrollar este tipo de fuerzas podrá, por lo tanto, efectuar un trabajo. El motor de un coche o el de una lavadora pueden realizar trabajo, pero también los seres vivos, el viento, el agua del mar o de un río son capaces de producir trabajo. A esa capacidad para producir trabajo es lo que llamamos energía.

Por ejemplo, el viento puede inflar una vela y dar lugar al desplazamiento de un velero. A esta energía producida por el viento la llamamos energía eólica. Algunas transformaciones químicas, como la combustión de la gasolina, pueden mover un motor que dará lugar al desplazamiento de un coche. Se trata de la energía química. Mediante la electricidad aprovechamos el trabajo de la mayoría de nuestros electrodomésticos. Es la energía eléctrica.

Existen otras formas de energía debidas al Sol, la luz, los combustibles nucleares, etc. Pero las energías que podemos llamar básicas pueden reducirse a dos: la energía cinética y la energía potencial.

Capítulo 3. ENERGÍA CINÉTICA

Energía cinética es la que tiene un cuerpo debido a su movimiento. Un cuerpo que se esté moviendo y choca con otro que se encuentra en su camino, comunica a éste una fuerza que, si es mayor que el rozamiento, puede llegar a desplazarlo produciendo un trabajo. Por lo tanto, un cuerpo que esté en movimiento es capaz de producir trabajo y como consecuencia de ello tiene energía. A este tipo de energía la llamamos energía cinética.

La energía cinética depende de la velocidad del cuerpo y de su masa como puede verse en su expresión matemática:

 

donde Ec es la energía cinética, m es la masa del cuerpo y v la velocidad que tiene en ese instante.

Aplicando las unidades del Sistema Internacional, la masa se mide en kilogramos y la velocidad en m/s, luego las unidades de la energía cinética son:

 

Pero como Kg · m/s2 es el producto de las unidades de masa por las de aceleración, es decir, se trata de una unidad de fuerza (el Newton, N), resulta que la unidad usada en el cálculo de la energía cinética se reduce a N · m (newtons · metro), que es una unidad de trabajo que, como ya hemos visto, se llama julio.

Así por ejemplo, para calcular la energía cinética de un cuerpo de 50 kg de masa a una velocidad de 20 m/s, utilizando la fórmula, nos quedaría:

Capítulo 4. ENERGÍA POTENCIAL

La energía potencial es la que poseen algunos cuerpos debido a su posición con respecto a otros. Si elevamos un cuerpo con la mano hasta una cierta altura estamos realizando un trabajo que es igual al producto de la fuerza realizada (peso del cuerpo) por el aumento de la altura efectuado. Mediante este trabajo hemos conseguido que el cuerpo se encuentre a una altura superior a la que tenía antes de realizar la fuerza. Si el cuerpo vuelve a caer hasta su posición anterior será capaz de efectuar un trabajo, el mismo que hemos realizado para subirlo.

Si efectuamos trabajo para levantar un cuerpo hasta una cierta altura se debe a que sobre el cuerpo actúa la fuerza de la gravedad, por lo tanto es la fuerza gravitatoria la responsable de la realización del trabajo y de la existencia de la energía potencial. Para calcularla usamos la siguiente fórmula:

 

donde m es la masa del cuerpo, g es un número constante (9,8 m/s2) y h es la altura a la que se encuentra el cuerpo. El resultado de la operación de multiplicar Kg · m/s2 · m vuelve a darnos, como en la energía cinética, julios como unidad de medida en el Sistema Internacional.

Capítulo 5. ENERGÍA MECÁNICA Y SU CONSERVACIÓN

Un cuerpo que está en movimiento y además se encuentra a una cierta altura, posee tanto energía cinética como energía potencial. A la suma de ambas la llamamos energía mecánica y su valor depende de la masa, la altura y la velocidad; como éstas últimas dependen del sistema de referencia escogido, la energía mecánica dependerá también de dicho sistema de referencia:

 

Si observamos la figura vemos que la bola de la figura a no tiene energía cinética puesto que se encuentra parada y su velocidad es cero (es decir, Ec = 0). Su energía potencial es:

 

Por lo tanto su energía mecánica será:

 

En la ilustración siguiente, la bola ha caído y acaba de tocar el suelo. La fuerza gravitatoria (el peso = m · g) ha realizado un trabajo que es igual al producto de:

 

Ya que el espacio recorrido coincide con la altura del edificio. Este trabajo realizado por la fuerza gravitatoria ha servido para transformar la energía potencial que tenía el cuerpo cuando se encontraba en la parte superior del edificio, en la energía cinética que tiene al llegar al suelo. De forma que al llegar al suelo, la energía potencial es cero, ya que no tiene altura, y la energía cinética vale 7840 J. Por lo que la energía mecánica es también:

 

Como hemos visto, la energía mecánica mantiene el mismo valor en la parte superior y en la parte inferior del edificio. Esta proposición es válida en todo el trayecto, y se puede definir en general, que la energía mecánica se conserva en todos los procesos sometidos a la fuerza gravitatoria. Es el principio de conservación de la energía mecánica.

Sin embargo, en la mayoría de los movimientos existe una fuerza que se opone al mismo, es la fuerza de rozamiento. Esta fuerza no la hemos tenido en cuenta al definir el principio de la conservación de la energía mecánica; y debíamos haber considerado que siempre que exista mencionada fuerza habrá que realizar un trabajo extra para vencerla.

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BLOQUE 2. LOS CAMBIOS

Capítulo 1. EL ENLACE QUÍMICO

Dentro de las configuraciones electrónicas de los átomos hay algunas que son muy estables, las que tienen completa la última de sus capas. Los elementos que tienen estas estructuras son muy estables y es difícil que experimenten transformaciones químicas. Por eso forman el grupo llamado gases nobles. El resto de los elementos tienen cierta tendencia a aproximarse a esa estructura por lo que son capaces de perder, ganar o compartir electrones.

Si pierden uno o más electrones, el número de protones del núcleo sería mayor por lo que tendría carga positiva. Es lo que llamamos un ion positivo o catión. En caso de ganar electrones, se formaría un ion negativo o anión.

Entre los elementos químicos se pueden dar varios tipos de enlaces químicos:

  • Enlace iónico: Cuando un catión y un anión se aproximan entre sí, aparecen entre ellos fuerzas de tipo eléctrico que les mantienen unidos. La unión entre los iones no se realiza solamente a partir de dos de ellos. Intervienen muchos más, formando una estructura geométrica que se repite en las tres direcciones del espacio.
  • Enlace covalente: Compartición de uno o varios electrones entre dos átomos que de esta manera quedan unidos.
  • Enlace metálico: Está formado por estructuras de átomos sumamente compactas que dejan electrones libres que pueden moverse por todo el material.

Capítulo 2. ESTADOS DE LA MATERIA

 Ya conoces los tres estados de la materia (trabajados en el Módulo Materia y Energía I del curso 1.2): sólido, líquido y gaseoso.

El estado sólido.

La propiedad más característica de los sólidos es que tienen forma definida que no varía al cambiarlos de un recipiente a otro. Otras propiedades específicas de los sólidos:

  • Elasticidad: Cuando estiramos o comprimimos un muelle de acero, éste retorna a su estado anterior en cuanto abandonamos la fuerza que ejercíamos sobre él. Esta propiedad de recuperación se llama elasticidad y la poseen algunos materiales como la goma, el caucho o el muelle de acero.

  • Brillo: Cuando sobre una superficie incide un rayo de luz, éste se puede reflejar de diferentes formas dando lugar a diferentes tipos de brillos: metálico, vítreo, nacarado… Otros cuerpos carecen de brillo como el corcho o el cartón.

  • Dureza: Es la resistencia de un sólido a rayarse. No se debe confundir con tenacidad, que es la resistencia a romperse. Así, por ejemplo, un material como el vidrio es difícil de rayar (duro) pero fácil de romper (frágil).

El estado líquido

Los líquidos se caracterizan por tomar la forma de los recipientes que los contienen. Otras propiedades características de los líquidos son:

  • Viscosidad: Es la dificultad que presentan las partículas de un líquido a desplazarse unas sobre otras. Así por ejemplo, el aceite es más viscoso que el vinagre o el petróleo más que el agua.
  • Capilaridad: Son el resultado de las fuerzas que actúan entre el recipiente y el líquido que contiene. Son mayores cuanto más delgado sea el tubo que contiene al líquido. En los vegetales existen elementos tubulares finísimos por los cuales los líquidos ascienden hasta considerable altura.

El estado gaseoso

En los gases, las moléculas tienen tal libertad de movimiento que pueden abandonar el recipiente que las contiene si no está cerrado.

Cuando se quieren estudiar las propiedades de un gas, es primordial tener en cuenta: el volumen que ocupan, la presión a la que están sometidos y su temperatura. Estas características son inseparables, de forma que no se puede hacer mención de una de ellas sin tener en cuenta las otras dos. Es decir, un gas que se encuentre a 100ºC en un recipiente de 2 litros ejerce distinta presión que si en el mismo volumen hubiera una temperatura de 5ºC, o que si, a la misma temperatura, el volumen se aumentara a 15 litros.

Capítulo 3. MEZCLAS

Si juntamos varias sustancias como arena, sal, aceite y agua, se forma lo que llamamos una mezcla. En ella, cada uno de sus componentes mantiene su propia identidad; así la arena sigue siendo arena y el agua, agua, aunque a veces resulte difícil la identificación visual de cada uno.

Cuando una sustancia no está mezclada con ninguna otra decimos que se encuentra en estado puro (sustancia pura); esto no es habitual en la naturaleza, En general lo que observamos son varias sustancias agrupadas formando mezclas.

Tipos de mezclas.

Existen dos grandes grupos de mezclas:

  • Mezcla homogénea: es imposible distinguir a simple vista sus componentes; por ejemplo el aire o el agua salada.
  • Mezcla heterogénea: se pueden distinguir sus componentes a simple vista; por ejemplo el turrón duro o la mezcla de agua con arena.

También podemos clasificar las mezclas por el estado de sus componentes.:

  • Mezclas sólido-sólido: Son mezclas en las que los componentes están en estado sólido como las maderas usadas para hacer el aglomerado utilizado en la fabricación de muebles, las aleaciones de metales (cobre y estaño para formar bronce) o la mezcla de arena y arcilla que forma el suelo de la naturaleza. Una mezcla importante de este tipo la constituye los residuos sólidos urbanos de nuestra basura (RSU). La tendencia actual es la separación en origen de estos sólidos para favorecer el reciclaje (vidrio, papel, envases, pilas y orgánicos).

  • Mezclas sólidolíquido: Tanto el agua con arena como el agua salada son mezclas de un sólido (la arena o la sal) con un líquido (el agua). La primera es una mezcla heterogénea y la segunda homogénea.

  • Mezclas gas-líquido: Cuando destapamos una cerveza o una gaseosa aparecen unas burbujas que salen del líquido a la atmósfera. Se trata de un gas (CO2) que se encuentra mezclado con el líquido y que al cambiar la presión, abriendo la botella, es expulsado al exterior. Otras mezclas de este tipo la encontramos en el agua del mar y de los ríos que contienen cierta cantidad de oxígeno disuelto necesario para la respiración de los animales acuáticos.

  • Mezclas líquido-líquido: Hay líquidos que no se pueden mezclar, como el agua y el aceite y otros que sí, como el agua con el alcohol. El petróleo es otro ejemplo de mezcla de diferentes líquidos, todos ellos útiles como combustibles: gasolina, gasoil, fueloil, queroseno,…

  • Mezcla gas-gas: El aire es la mezcla de gases más representativa desde el punto de vista de los seres vivos formado por nitrógeno (78%), oxígeno (21%) y argón (0,9%) principalmente (el resto de los gases no llega al 0,1%). Si el aire está contaminado, pueden aparecer otros gases como el dióxido de azufre (SO2), el trióxido de azufre (SO3), el dióxido de carbono (CO2), el monóxido de carbono (CO) o el dióxido de nitrógeno (NO2)

  • Mezcla sólido-gas: El humo de las calefacciones o de los motores produce finísimas partículas que se mantienen en la atmósfera aumentando la contaminación atmosférica que produce problemas respiratorios.

Técnicas de separación de mezclas

  • Cristalización: Cuando dejamos evaporar un líquido, las sustancias que lleva disueltas quedan depositadas en el fondo formando cristales. Es el método usado para obtener la sal marina.

  • Decantación: Si se mezclan aceite y agua, el aceite queda superpuesto al agua. Con un embudo de decantación podemos eliminar el agua por la parte inferior y recuperar el aceite en la parte superior. Este método también es utilizado para separar sólidos de líquidos como se hace en las plantas depuradoras de aguas residuales en el tratamiento para su purificación.

  • Adsorción: El carbón activo usado en las plantillas de las zapatillas deportivas para retener el mal olor es un ejemplo de este tipo de separación. También se usan filtros de carbón activo en el tratamiento de potabilización del agua. La adsorción es el proceso mediante el cual una sustancia retiene a otra sobre su superficie.

  • Destilación: Si calentamos el petróleo tal como se obtiene de su yacimiento (crudo) en primer lugar se evaporarán los materiales más volátiles y más tarde los que tengan un punto de ebullición mayor. De esta forma se obtienen por separado los componentes del petróleo. Así por ejemplo, las gasolinas abandonan la mezcla antes de llegar a los 200ºC, el gasoil a los 270ºC,… Cada fracción de la mezcla se recoge a una temperatura distinta; por eso, el proceso se llama destilación fraccionada.

  • Imanación: Sirve para separar metales ferrosos de otros materiales. En la industria son muy utilizados los electroimanes, imanes eléctricos de pequeño tamaño y gran potencia. Por ejemplo, se usan en la recuperación de metales de los RSU de los vertederos.

Capítulo 4. DISOLUCIONES

Una disolución es una mezcla homogénea en la que el componente que se encuentra en mayor cantidad se llama disolvente (suele ser agua) y al que se encuentra en menor proporción se le llama soluto. Así, en el agua salada, el agua es el disolvente y la sal el soluto.

Si preparamos una disolución añadiendo sal al agua y removemos con una cucharilla hasta que se disuelva, volviendo a añadir más sal y volviendo a agitar, llegará un momento en el que al echar más sal al agua ya no se disolverá y se quedará como sólido en el fondo del vaso. Se dice entonces que la disolución está saturada porque no admite más cantidad de soluto disuelto.

Se llama solubilidad a la cantidad máxima de soluto que se puede disolver en una determinada cantidad de disolvente. Es decir, que si podemos llegar a disolver 400 gramos de soluto en un litro de disolución diremos que la solubilidad es de 400 gramos por litro o bien 400 g/L. La solubilidad de los sólidos depende de la temperatura y en general, aumenta con ella. En el caso de los gases es al revés, al aumentar la temperatura la solubilidad disminuye. Aquí también influye la presión; si ésta aumenta, también aumenta la solubilidad.

Se llama concentración de una disolución a la relación que hay entre el soluto y el disolvente. Así, si en un litro de disolución hay 150 gramos de soluto, diremos que la concentración en ese instante es de 150 gr por litro, que se escribe 150 g/L. Esta proporción se mantiene sea cual sea el volumen de la disolución. Por ejemplo, si en un litro de disolución hay 150 gr de soluto, en medio litro habrá 75 gr y en 0,1 litro, 15 gramos siempre que la concentración sea de 150 g/L.

Por ello podemos decir que, si se quiere preparar medio litro de una disolución de concentración 100 g/L, la cantidad de soluto que deberemos preparar se calcula de la siguiente forma:

  • si la concentración es de 100 gramos por litro, eso nos indica que en un litro de disolución hay 100 gramos de soluto
  • como la relación debe mantenerse para cualquier volumen, se puede expresar de forma matemática como:
  • es decir, deberemos tomar 50 gramos de soluto y rellenar hasta medio litro con agua.

Otro posible problema que tendríamos sería calcular la cantidad de soluto que tenemos en un volumen determinado de una disolución. Por ejemplo, para calcular que cantidad de soluto tendremos en ¼ de litro de la anterior disolución, operaríamos de la siguiente manera:

  • Para resolverlo tenemos en cuenta la misma proporción que en el apartado anterior:

¿ Qué cantidad de disolución se necesitará tomar para tener 150 g de soluto?

Cuando la cantidad de soluto en la disolución es muy grande, ésta se encuentra próxima a la saturación. Se dice entonces que la disolución está concentrada. Sin embargo, si la concentración es muy pequeña, la cantidad de soluto también lo es y se dice que la disolución está diluida.

El agua ha sido siempre el disolvente por excelencia. Es el componente que se encuentra en mayor cantidad en los seres vivos por lo que la mayor parte de las transformaciones químicas biológicas se producen en disolución acuosa. También en el resto de la naturaleza es muy abundante y la mayoría de las sustancias naturales se disuelven en mayor o menor grado en agua, por lo que se ha definido al agua como el disolvente universal.

Capítulo 5. REACCIONES QUÍMICAS

 Al proceso mediante el cual unas sustancias se transforman en otras se le denomina reacción química. Por ejemplo, cuando un metal se transforma en óxido por la acción del oxígeno del aire, se trata de una reacción química.

En cualquiera de las reacciones químicas debemos distinguir las sustancias que se transforman, llamadas reactivos, Y las nuevas que aparecen, que llamamos productos. Por ejemplo, en la transformación del metal en óxido, los reactivos son el metal y el oxígeno, mientras que el producto es el óxido del metal que se ha formado.

Pero también existen otras reacciones químicas que estamos acostumbrados a ver en nuestra vida diaria, por ejemplo, la combustión de la madera. En ella, la madera se transforma en un gas llamado dióxido de carbono, y vapor de agua.

Además, este tipo de reacciones químicas (combustión) produce energía calorífica, por lo que el hombre las ha utilizado para protegerse del frío. Sin embargo, hay otras que precisa un aporte de energía para que puedan producirse, como la reacción de descomposición del agua en sus componentes, oxígeno e hidrógeno. A aquellas reacciones que producen energía durante el proceso se llama relaciones exotérmicas y aquellas que necesitan energía para que puedan realizarse son reacciones endotérmicas.

Por otra parte, existen reacciones químicas que se efectúan lentamente, como la oxidación de hierro que puede tardar varios días en apreciarse. Otras se realizan más rápidamente, como la combustión del papel, e incluso hay reacciones que se realizan a tal velocidad que pueden resultar explosivas.

Las ecuaciones químicas.

Las reacciones químicas se pueden representar mediante una ecuación.  En ella podemos apreciar lo siguiente:

  • Todas las sustancias que intervienen en la reacción vienen representadas por sus fórmulas.
  • Una fecha separa las fórmulas de las sustancias que intervienen en la reacción; a la izquierda quedan los reactivos y a la derecha los productos.
  • Delante de cada fórmula existe un número que nos indica cuántas moléculas de cada sustancia participan en la reacción.
  • En la reacción se expresa la energía que interviene en el proceso; si hay que aportar energía (endotérmica), ésta aparece en el miembro de la izquierda y si la propia reacción desprende energía (exotérmica), se coloca a la derecha.

2 C4H10 + 13 O2   →   8 CO2 + 10 H2O + E         (reacción 1)

De forma que la expresión que aparece en la ecuación anterior quiere decir: dos moléculas de gas butano relacionan con 13 moléculas de oxígeno para dar como productos de la reacción ocho moléculas de dióxido de carbono y 10 moléculas de agua. Además, mientras se efectúa la reacción se desprende energía.

Esta proporción se mantiene cuando cambia el número de moléculas que participan en la reacción, es decir, si una molécula de nitrógeno reacciona con tres de hidrógeno para dar dos de amoniaco se cumplirá que dos moléculas de nitrógeno reaccionarán con seis de hidrogeno para dar cuatro de amoniaco.

N2 + 3 H2   →   2 NH3       2 N2 + 6 H2  →   4 NH3         (reacción 2)

Si nos fijamos en los átomos que intervienen en la reacción 1 nos daremos cuenta de que el número de átomos de carbono que hay a la izquierda de la fecha son los correspondientes a las dos moléculas de butano (C4H10), es decir, dos moléculas, por cuatro que hay en cada molécula, 2 × 4 = 8 átomos de carbono. A la derecha de la fecha el número de átomos de carbono es el correspondiente al dióxido de carbono, un átomo en cada molécula por ocho moléculas es también igual a ocho.

Por otra parte, la proporción que se establece entre las moléculas que intervienen, se mantiene también si la trasladamos a los moles de cada sustancia que participan ella. Es decir, la afirmación para las moléculas de la reacción de la ecuación

2 C4H10 (g) + 13 O2 (g)  →   8 CO2 (g) + 10 H2O (g)

puede establecerse con los correspondientes moles: dos moles de butano en estado gaseoso reaccionan con 13 moles de oxígeno en el mismo estado, para formar ocho moles de dióxido de carbono gas y 10 de agua también en estado gaseoso.

En la reacción N2 + 3 H2 → 2 NH3 , ¿cuántos moles de amoniaco se formarán a partir de siete de hidrógeno?. Para solucionarlo operaremos de la siguiente forma: buscamos las sustancias que intervienen (N2, H2 y NH3) y establecemos la proporción: tres moles de hidrógeno producen 2 de amoniaco por lo que:

Capítulo 6. LEY DE CONSERVACIÓN DE LA MASA. LEY DE LAVOISIER.

Recordando que 1 mol equivale a la masa molecular de una sustancia expresada en gramos, podemos calcular las masas de cualquier reactivo o producto que reacciona o se obtiene a partir de otra cantidad de otro reactivo o producto.

Es fácil comprobar que la masa total de todos los reactivos es igual a la masa total de los productos de la reacción. Es lo que se conoce como Ley de conservación de la masa o ley de Lavoisier.

Ejemplo. Dada la siguiente reacción:

2 ZnS + 3 O2 ⎯⎯ 2 ZnO + 2 SO2.

 ¿Cuántos gramos ZnS reaccionarán con 40 gramos de O2 y cuántos gramos de ZnO y SO2 se formarán?

  • La masa de 2 moles de ZnS será: m = n · M = 2 mol · 97,5 g/mol = 195 g.
  • Igualmente, la masa de 3 moles de O2: m = 3 mol · 32 g/mol = 96 g
  • 2 moles de ZnO equivalen a: : m = 2 mol · 81,4 g/mol = 162,8 g
  • 2 moles de SO2 equivalen a: : m = 2 mol · 64,1 g/mol = 128,2 g

  • Se obtienen tres proporciones que permiten calcular las masas de ZnS, ZnO y SO2:

 Capítulo 7. LA QUÍMICA EN LA SOCIEDAD Y EN EL MEDIO AMBIENTE.

Las reacciones químicas tanto industriales como naturales, así como reacciones de la actividad humana, como la combustión de la gasolina y el carbón de calefacción, influyen en el medio ambiente pudiendo contaminar éste de sustancias tóxicas o que produzcan efectos nocivos en él. La contaminación puede producirse tanto en el aire, como en las aguas como en el suelo.

Contaminación del aire.

  • Incremento del efecto invernadero. Se produce por las emisiones de CO2 tanto industriales como de la combustión de los motores de los automóviles. Igualmente influye en este alto nivel de dióxido de carbono la deforestación que produce un menor consumo de este gas por las masas forestales. El CO2 produce una capa en la atmósfera que impide que la radiación solar que incide sobre la Tierra pueda escapar de ésta, con lo que se produce un aumento progresivo en la temperatura global del planeta con efectos negativos tales como el deshielo progresivo de los polos con el aumento del nivel del mar, así como el aumento en las sequías que provoca daños a veces irreparables en flora y fauna.

  • Destrucción de la capa de ozono. Se produce por la emisión de gases que contienen cloro (CFC) que existían en algunos sprays y en los sistemas de refrigeración; estos gases, al llegar a la estratosfera, en donde se encuentra la capa de ozono, liberan átomos de cloro, siendo cada uno de ellos de romper muchas moléculas de ozono (O3) y transformarlo en oxígeno y monóxido de cloro (Cl + O3 → ClO + O2). La importancia del ozono se debe a que es un filtro muy importante que impide que se cuelen en la atmósfera una cantidad muy importante de rayos ultravioleta que son dañinos, por producir cáncer de piel, cataratas e incluso alteraciones genéticas (mutaciones).

  • Lluvia ácida. Se produce por la emisión a la atmósfera de óxidos de azufre y de nitrógeno, que al reaccionar con el agua de la atmósfera (nubes) forma ácidos sulfúrico y nítrico, que al caer con las precipitaciones producen efectos devastadores sobre los bosques, así como la acidificación del suelo e incluso la destrucción de monumentos histórico-artísticos fabricados con piedra caliza, muy vulnerable a la acción de los ácidos.

Contaminación de las aguas.

Se produce por roturas en las instalaciones que contienen residuos tóxicos, tales como metales pesados (plomo, mercurio…), como la producida en 1998 en Alnazcollar que contaminó gravemente el parque Nacional de Doñana. También puede producirse por vertidos incontrolados de algunas empresas y por el calentamiento artificial de las aguas cuando éstas se utilizan como sistemas de refrigeración, tal y como ocurre en las centrales nucleares, que al elevar la temperatura disminuye la concentración de oxígeno disuelto, necesario para la supervivencia de algunos peces. Igualmente, la contaminación puede producirse por microorganismos tales como bacterias u hongos, que producen enfermedades a los animales que ingieren dichas aguas.

Contaminación del suelo.

El suelo suele contaminarse fundamentalmente por la gran cantidad de residuos sólidos urbanos que la civilización trae consigo y también por residuos agrícolas (pesticidas) o industriales, como los aceites y productos químicos. Si el suelo se contamina llega a hacer imposible su explotación agrícola o ganadera. La contaminación del suelo suele estar asociada con la contaminación de las aguas

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Nivel 2.2. MATERIA Y ENERGÍA II

BLOQUE 1 – LA MATERIA

Capítulo 1. EL MODELO ATÓMICO

Las primeras ideas sobre los átomos hacían pensar en unas unidades muy pequeñas e indivisibles, de forma que no podían contener nada en su interior, pero según se fueron desarrollando las técnicas de investigación, se descubrió que están formados por partículas aun más diminutas. Las partículas subatómicas son de tres tipos:

  • Electrones: Se encuentran en la periferia o corteza del átomo y tienen carga eléctrica negativa; su masa es la más pequeña de las tres.
  • Protones: Son mucho mayores que los electrones (unas 2000 veces) y se encuentran en el interior del átomo; tienen carga positiva.
  • Neutrones: También se encuentran en el interior como los protones, siendo su masa similar a la de ellos pero sin actividad eléctrica, es decir, son neutros.

En 1906, Rutherford (físico inglés) consiguió atravesar finas láminas de oro con partículas α (formadas por 2 protones y 2 neutrones) lo que hizo pensar que el átomo estaba prácticamente hueco, de forma que la distancia entre el núcleo y la corteza es sumamente grande en comparación con las dimensiones de las partículas subatómicas.

Los átomos se caracterizan por poseer protones y neutrones en el núcleo y electrones en la corteza. Por lo tanto, el átomo más sencillo que existe debe tener un protón en el núcleo y un electrón en la corteza. Se trata del átomo de hidrógeno (H). Si existiera otro protón en el núcleo y otro electrón en la corteza, se trataría de otro átomo diferente al anterior y el segundo en cuanto a sencillez. Es el átomo de helio (He).

Los neutrones no influyen en la diferenciación de los átomos. Así, por ejemplo, los átomos que forman el hidrógeno pueden tener uno, dos o ningún neutrón, pero siguen formando el mismo gas hidrógeno. Lo mismo sucede en el resto de los átomos. Puesto que los átomos son eléctricamente neutros, el número de protones debe ser igual al de electrones y así, al sumar las cargas eléctricas con su correspondiente signo, el resultado es cero. Al número de protones que tiene cada átomo se le llama número atómico.

Las propiedades químicas de las sustancias dependen de la corteza del átomo, que es donde se encuentran los electrones. Aunque las propiedades químicas sean las mismas, la masa de los átomos de un elemento dependen de la cantidad de neutrones y protones que contengan. Aquellos átomos que tienen el mismo número de protones pero distinto número de neutrones en el núcleo se llaman isótopos. Al resultado de la suma del número de protones y neutrones de un átomo se le llama número másico.

Capítulo 2. EL SISTEMA PERIÓDICO

En la ilustración aparecen ordenados los átomos conocidos con sus correspondientes símbolos. Es lo que se llama sistema periódico.

No todos los átomos que aparecen en la tabla existen realmente en la naturaleza, algunos han sido creados artificialmente en el laboratorio y no se encuentran en el entorno natural. Tanto unos como otros se encuentran ordenados por su número atómico, apareciendo el símbolo de cada uno de ellos y el nombre de los mismos.

En el sistema periódico los elementos distribuidos en filas y columnas. A cada una de las filas la llamamos periodo y a cada columna, grupo. Por lo tanto, el sistema periódico está formado por 7 periodos y 18 grupos.

Todos aquellos elementos que pertenecen al mismo grupo se caracterizan por tener propiedades similares (carácter metálico, capacidad para combinarse con otros elementos,…). Por ello, algunos grupos reciben nombres particulares; así, el primero de ellos es el grupo de los elementos alcalinos, el siguiente el de los alcalino-térreos,…

La clasificación más general de los elementos del sistema periódico los divide en dos grandes grupos. Así, llamaremos metales a todos aquellos elementos que sean buenos conductores del calor y la electricidad, que tengan brillo metálico y que reaccionen con sustancias ácidas. Llamaremos no metales a los que carezcan de esas propiedades.

Los electrones están situados en el átomo formando distintas capas. Cada una de ellas consta de una serie de niveles que se llaman orbitales, dentro de las cuales se encuentran los electrones que posee cada átomo. La primera capa, la más interna, consta de un solo orbital llamado 1s en el que caben 2 electrones. La segunda capa dispone de dos tipos de orbitales, el 2s y el 2p en los que caben 2 y 6 electrones respectivamente. En la tercera capa hay tres tipos de orbitales: 3s (2 electrones), 3p (6 electrones) y 3d (10 electrones). En la 4 capa: 4s, 4p, 4d y 4f (con 14 electrones)…

Si sumamos los electrones que pueden ocupar cada uno de los orbitales tendremos:

  • En la primera capa pueden existir dos electrones, correspondientes al orbital 1s
  • En la segunda, 8; 2 en el orbital 2s y 6 en los 2p
  • En la tercera, 18; 2 en el 3s, 6 en los 3p y 10 en los 3d
  • En la cuarta, 32; 2 en el 4s, 6 en los 4p, 10 en los 4d y 14 en los 4f…

y de esta forma podríamos seguir calculando la capacidad de cada una de las capas, teniendo en cuenta que el número máximo de electrones en cada una de ellas responde a la fórmula: número de electrones = 2·n2, siendo n el número de la capa.

El orden de llenado de electrones no siempre coincide con el de las capas. En la ilustración puedes ver que antes de llenarse el orbital 3d comienza a llenarse el 4s y hasta que no está completo no se llena el d de la capa anterior. Lo mismo sucede con otros casos, por lo que a la hora de establecer la estructura de un elemento deberemos seguir ese orden determinado.

La radioactividad es una radiación emitida por algunos de los elementos del sistema periódico. Sus efectos en el ser humano pueden llegar a ser muy perniciosos cuando la intensidad sobrepasa ciertos límites. En la naturaleza existen algunos elementos radioactivos, cuyos núcleos atómicos no son estables y emiten radiación, como el Uranio (U), el Polonio (Po) o el Torio (Th). La radiación puede ser de varios tipos:

  • Alfa (α), núcleos del átomo de Helio (He)
  • Beta (β), electrones
  • Gamma (ϒ), radiación fuertemente energética

Capítulo 3. LA MASA ATÓMICA

La masa atómica es la masa de un átomo comparada con la masa de un átomo de hidrógeno (aunque en la actualidad se toma como referencia la doceava parte de la masa de un átomo de Carbono). Eso no quiere decir que si la masa del nitrógeno es 14, un átomo de nitrógeno tenga de masa 14 gramos, ya que como acabamos de ver, se trata de una magnitud relativa.

Sin embargo, a la hora de trabajar en el laboratorio o en la industria se usan unidades reales de masa. Para ello los científicos usan una unidad de masa llamada mol, que corresponde con una cantidad de gramos igual a la masa atómica de cada elemento. Así, un mol de sodio son 23 gr de sodio (Na), ya que su masa atómica es de 23. De esta forma, cuando a la masa atómica le añadimos la palabra “gramos” estamos trabajando con un mol de ese elemento.

Capítulo 4. LAS MOLÉCULAS

La materia no está formada por átomos aislados de Nitrógeno (Ni), de hidrógeno (HA), de fósforo (P) o de cualquier otro tipo, sino por grupos de ellos, iguales o diferentes, que llamamos moléculas. Así, el agua que bebemos está formada por infinidad de moléculas, cada una de las cuales tiene dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno. El cloro presente en el agua también está formado por gran cantidad de moléculas, en este caso cada una con dos átomos de cloro (Cl).

Eso quiere decir que hay sustancias formadas por un solo tipo de átomos (como el cloro o el fósforo) y hay otras en las que participan átomos distintos (como en el agua o el amoniaco). En el primer caso decimos que las sustancias son elementos químicos y en el segundo caso se trata de compuestos químicos. Por eso, el fósforo es un elemento mientras que el agua es un compuesto.

Para representar las sustancias, en química se utiliza la fórmula química correspondiente a cada una. Así el agua se representa por H2O y el carbonato de calcio, que forma los huesos o los dientes, por CaCO3. Las fórmulas no pretenden solamente dar un nombre a la sustancia sino que intentan darnos una información sobre la molécula a partir de la cual está formada.

Si nos fijamos en la fórmula del compuesto de los huesos vemos que está formada por las letras Ca, C y O que corresponden con los símbolos de los elementos químicos del sistema periódico; calcio, carbono y oxígeno. El número que aparece bajo el símbolo del oxígeno indica que son 3 los átomos de ese elemento los que forman la molécula. Si no hay ningún número, como ocurre bajo el calcio y bajo el carbono, indica que sólo hay un átomo de esos elementos en la molécula.

Si para calcular la masa de un mol de átomos el procedimiento era buscar en el sistema periódico la masa atómica del correspondiente átomo y expresar esa cantidad en gramos, para calcular la masa de un mol de una molécula calcularemos la masa molecular y la expresaremos en gramos.  Por ejemplo, la masa de un mol de carbonato cálcico (CaCO3) será:

  • Buscamos en el sistema periódico la masa atómica de cada uno de los átomos componentes de la molécula (la del Calcio es 40, la del carbono es 12 y la del oxígeno, 16)
  • Las multiplicamos por sus subíndices respectivos: (40×1, 12×1 y 16×3)
  • Sumamos los resultados obtenidos (100)
  • Expresamos el resultado en gramos: Masa de un mol de Carbonato cálcico = 100 gramos