«¡Vamos a morir todos!». Eso es lo que decían mis abuelos cuando llegó el coronavirus por segunda vez. Ellos me contaron que cuando eran pequeños esto había pasado y mucha gente había muerto. Mi abuelo me dijo lo que había que hacer: comprar un perro, mascarillas, gel hidroalcohólico y descargarse TikTok.
Cuando llegó la cuarentena nos explicaron por qué compramos todo eso: el perro para tener la excusa de pasearlo y poder salir a la calle, las mascarillas y el gel para no contagiarse y TikTok para no aburrirse. Después de todo eso encendimos la tele y dijeron que era el Día de los Inocentes y que todo era una broma.