Mapa de los Caminos de Santiago

Camín de Santiago.
Camín Primitivu.
Camín de Fisterra y Muxía.
Camín del Salvador.
Camín del Norte.
Camín Mozarabe o Vía de la Plata.
Camín Llebaniegu.

Los dolce distintos caminos para llegar a Santiago de Compostela. El más percorríu y llonxevu ye’l Francés, con 940 kms y 37 etapes. El segundu más llargu ye’l Del Norte, con 815 kms y 32 etapes. Pela so parte, el Camín Portugués, ye’l segundu más transitáu.

Ver rutes más populares dientro de la Península Ibérica:

Camín Frances:    Esta ye la ruta más famosa y popular. Pamplona, ​​Logroño, Burgos, Llión y Ponferrada.
Camín del Norte Irún, San Sebastián, Bilbao, Santander y Uviéu
Camín Aragones  Logroño, Burgos, Llión y Ponferrada.
Camín de la Plata Sevilla, Cáceres, Salamanca, Zamora y Ourense.
Camín Inglés  A Coruña y Ferrol
Camín Portugues Porto y Pontevedra
Camín Primitivu  Uviéu y Llugo.
Camín Fisterra    Ciudaes: nenguna. Solo pequenos pueblos gallegos.

Uno de los principales atractivos de Asturias radica en la simbiosis entre el mar y la montaña. Ambos son protagonistas indiscutibles del Camino de la Costa.

El primero, porque guía la andadura de los caminantes desde que entran en la comunidad autónoma por el concejo de Ribadedeva hasta que la abandonan por tierras de Vegadeo.

La segunda, porque hará notar su presencia de distintas maneras: con evidente rotundidad al principio, cuando los peregrinos recorran la franja oriental de la región y descubran que en ella la distancia que media entre las aguas y las cumbres es mínima, y con más sutileza a su término, cuando las amplias rasas costeras del Occidente se vean interrumpidas, al filo del horizonte, por la silueta azulada de las cadenas montañosas.

El Camino de la Costa dibuja un recorrido eminentemente rural y marinero, con paso obligado por pueblos y villas en cuyas calles se deja sentir el olor del salitre y por rincones anclados tierra adentro que han sabido mantener su lealtad a los viejos oficios.

Mucho antes de que se consolidara el Camino Francés, sin duda la ruta jacobea más conocida y transitada, los romeros medievales empezaron a preferir para su aventura el llamado Camino de la Costa, un recorrido de 815 kilómetros que atravesaba el noroeste peninsular siguiendo la línea de costa.

El Camino del Norte, también llamado Camino de Santiago de la Costa, vendría a ser la prolongación del llamado «Camino de Soulac», que recorre las tierras más occidentales de Francia, una vez éste se adentra en la Península Ibérica.

Cabe señalar que, aunque en torno a los siglos XI y XII los distintos monarcas empezaron a promocionar el Camino Francés, la ruta primitiva y la de la Costa mantuvieron un auge considerable por su condición de itinerarios seguros, ya que transcurrían por territorios netamente cristianizados, frente a aquella otra vía, que aún estaba expuesta a posibles incursiones musulmanas y entrañaba, por lo tanto, un mayor riesgo.