Hace unos meses conocíamos una triste noticia: el fallecimiento de Carlos Busqued. El escritor argentino nacido en Roque Sáenz Peña, departamento Comandante Fernández (no hay carné de identidad que soporte tal densidad de patronímicos), aparecía inerme en las escaleras de su propio edificio, al parecer a causa de una falla en el corazón que le cortó la vida. Volvemos a publicar a modo de conjuro las entradas que nos quiso dedicar con ese humor fino suyo a propósito de su libro Bajo un sol tremendo, y para prolongar el modesto homenaje quizá reseñemos su otro libro, Magnetizado, novela con trasfondo argumental de los que él tanto gustaba. Esperamos que con todos los rigores del purgatorio filtrándosele por los poros del alma, Carlitos se acuerde de manifestarse alguna madrugada de asueto para conciencias impuras y nos diga si la experiencia de morirse ha merecido la pena.

Sea como fuere, recibí un abrazo de los que te añoran por acá.