Segunda parte de este encuentro virtual con nuestra amiga ilu Ros para hablar de libros, arte, literatura y poesía…. Mucha poesía… (Leer aquí la primera parte)

Bl• A ese estudiante con inquietudes artísticas, ¿le dirías que se dejara llevar por su vocación o le aconsejarías una opción más, digamos, pragmática?

I.R.• Creo que nunca le diría que traicionara su vocación, eso está claro… Yo me dejé llevar… pero creo que una cosa no está peleada con la otra… Vivir del arte, no os voy a engañar, es algo complicadillo, y no es por culpa de los artistas o los creativos, sino de cómo está estructurado este mundo. Pero aun así es posible. Si se quiere algo hay que pelear por ello, y muchísimo más si estamos hablando de estudiantes que están en el colegio, en el instituto, en la universidad, que son todavía jovencísimos y les queda mucho por delante. Así que, ¡por supuesto! ¡A por ello! En cuanto a ser “pragmático”… Siempre hay trabajo para los creadores… pero hay que buscarlo y ver dónde te puedes situar. Aun así, también se pueden compaginar trabajos distintos, como he hecho yo, porque ya he dicho que hay que pagar facturas… Los comienzos pueden ser duros, pero siempre, siempre hay que seguir la vocación.

Bl• ¿Cuáles han sido tus maestros o maestras inspiradores en esto de la ilustración?

I.R.• Por formación, hice Bellas Artes durante cinco años y después Comunicación Audiovisual. Así que mis referencias primeras no vienen tanto de la ilustración como del video-arte, como Bill Viola. También me encanta (Lucian) Freud, Miró… Me inspiro también en el cine, el documental… me gusta mucho Agnes Varda. Como ilustradores, a los que conocí posteriormente, me gusta mucho Elena Odriozola, Rébeca Dautremer o Paco Roca. No sé. Estoy segura de que si dentro de diez minutos me volvéis a preguntar, me acordaré de otros igualmente interesantes porque encuentro inspiración en el trabajo de muchas personas, e inspiración también en otras disciplinas como el cine. Pero también es importante la observación de lo que me rodea, lo que pasa en la calle… No sé… Muchas cosas.

«Federico es un autor universal, su lenguaje es válido en todas las partes del mundo y para todas las edades. Federico García Lorca habla de lo humano».

Bl• En tu caso dibujar también te ha llevado por el camino de la escritura. ¿Te ves como creadora de historias de ficción?

I.R.• Realmente yo me veía solo como ilustradora. Pero es verdad que siempre he escrito. Se trataba de diarios cuando era más niña, o cosas que pensaba. Sí que tiendo bastante a escribir… mi padre escribe y de siempre me ha gustado la lectura. En casa de mis padres había muchísimos libros. ¿Si me veo como creadora de historias de ficción? Hummm, ¡podría ser! Los ilustradores pueden ser los autores de sus propios libros, aunque algunos cuentan con un guionista o un escritor, y trabajan en tándem. Yo hasta ahora he escrito mis propias historias porque lo veía necesario. El libro anterior, Cosas nuestras, va sobre en la relación intergeneracional entre nieta y abuela. Yo quería hablar de mi relación con mi abuela, así que consideraba necesario describirla yo misma. Es posible que algún día escriba historias de ficción. De todas formas, siempre hay algo de ficción… Aunque Cosas nuestras, por ejemplo, es una obra autobiográfica, no lo es del todo. Hay partes ficcionadas…

Bl• ¿Qué cualidades ha de tener una ilustradora para garantizarse el éxito o, al menos, para ganarse la vida con los pinceles? 

I.R.•  ¡No tengo ni idea! Todavía estoy intentando llegar a conocer qué es lo que garantiza el éxito (Ríe)… No lo sé… Yo creo que hay gente muy buena intentando ganarse la vida dibujando y no consigue hacerlo… La clave está en no tirar la toalla, ser muy constante. Y trabajar mucho. Cualquiera que se haya instalado como ilustrador o se gane la vida en este mundo de la creación ha tenido que trabajar duro para ello. Aunque haya gente que considera que lo artistas no tienen méritos, no es así. Son gente muy constante y pelean mucho por conseguir lo que buscan.

Bl• ¿Crees que ya has consolidado un estilo propio? 

I.R.• Pues no lo sé… Me dicen que mi estilo gráfico es muy reconocible, pero creo que esto al final es algo que se va haciendo durante el camino. Yo percibo la diferencia entre mis dibujos de ahora con los de hace dos años o los de hace cuatro, por supuesto. Así que supongo que ha de ser algo que está en constante evolución.

Bl• Como lectora, ¿qué tres libros ilustrados nos recomendarías para nuestra biblioteca? 

I.R.• Pues no voy a ser muy original… Creo que en cualquier biblioteca pública o de instituto tiene que estar Persépolis de Marjane Satrapi. También recomendaría Mariquita de Juan Naranjo, un libro ilustrado de 2020, y seguramente añadiría Arrugas o La casa, de Paco Roca.

Bl• Echando mano de ese espíritu lorquiano que todo lo ilu-mina, ¿qué le dirías a los jóvenes lectores adolescentes que a veces miran al futuro con recelo y desconfianza?

I.R.• ¡Pues les diría que ellos pueden cambiarlo! Que son ellos los que tienen el futuro en sus manos… Si desconfían de él, si hay cosas que no les gustan, que hagan por cambiarlas, porque son ellos los que pueden hacerlo.

Bl• Si te confesáramos que has conseguido que alguien rebusque por los anaqueles de la biblioteca y lea a García Lorca, ¿tú que nos dirías? 

I.R.• ¡Os diría que me pone contentísima! Porque creo que es una de las cosas que pretendía hacer… Que se vuelva a leer a Federico García Lorca, que se revise, que lo volvamos a escuchar, a leer, a analizar, a disfrutar… porque es un autor universal, su lenguaje es válido en todas las partes del mundo y para todas las edades. Federico García Lorca habla de lo humano. Y creo que es una lectura muy necesaria hoy en día.

Bl• Por último, una pregunta frívola: Federico ha sido un éxito editorial… ¿Has sucumbido a la tentación de hojear tu propio libro en la librería?

I.R.• ¡Por supuesto! (Ríe). Bueno, a ver, no hojearlo por dentro porque ya sé lo que me voy a encontrar, pero sí mirarlo así, como a lo lejos, y decir “¡Ah! ¡Está ahí!”. Eso ya me pasó con Cosas nuestras, y me pasa también con Federico: cada vez que me lo encuentro en alguna librería pues me pongo muy contenta, me da emoción, claro.

Pues más emoción nos da a nosotros haber compartido un ratito con una de nuestras autoras favoritas en la salita virtual de nuestra humilde bitácora. Le deseamos a Ilu todos los éxitos del mundo, prometiéndole que estaremos ahí detrás para disfrutar de su buen hacer y, sobre todo, de su talento.